Independiente le ganó 3 a 0 a Aldosivi en Avellaneda
El Rojo volvió a mostrarse algo desordenado, pero gracias a las buenas actuaciones de Romero y Fernández se aprovechó del pobrísimo nivel del tiburón.
Independiente necesitaba los tres puntos como el aire. Pese a no haber mostrado un nivel especialmente alto y a haber repetido algunos errores del pasado, un par de buenas actuaciones individuales le alcanzaron para deshacerse de uno de los peores rivales del torneo. El Rojo le ganó 3 a 0 a Aldosivi en Avellaneda con goles de Facundo Ferreyra, Leandro Fernández y Damián Batallini.
El conjunto de Avellaneda se abusó de los espacios que le dio el rival. En prácticamente todos sus ataques directos pudo jugar mano a mano o en superioridad numérica. En ese esquema, prevaleció la conducción e imprevisibilidad de Fernández.
Ni bien el local pudo combinar un par de pases seguidos se puso en ventaja. Lucas Romero, de buen partido, comenzó una buena jugada por el centro, abrió para Fernández y fue a buscar por el centro al espacio. Recibió la devolución y asistió con un muy buen pase a Ferreyra, quien apareció mano a mano ante José Devecchi y convirtió de zurda.
A partir de ese tanto, el equipo de Julio César Falcioni hizo lo mismo que en todos sus partidos anteriores: retrasarse, ceder el protagonismo y complicarse el partido sólo. El Tiburón se aproximó con peligro y si bien no tuvo pericia para generar jugadas de gol, llegó mucho más lejos de lo que su nivel pudo haberle permitido.
Sin embargo, a los 33, tras un lateral fallido del rival, el Rey de Copas pudo sacar un contraataque letal. Luego de un mal rechazo de Santigao Laquidaín, Leandro Benegas asistió a Fernández cerca de la mitad de la cancha. El ex Godoy Cruz, que fue el mejor de la cancha, condujo más de 50 metros, se metió en el área, usó a sus compañeros que llegaban al área pero enganchó y definió él de zurda al segundo palo para poner el 2 a 0.
En el entretiempo Leandro Somoza mandó a la cancha a dos jugadores verticales como Jonathan Zacaría y Tobías Cervera y terminó de desarmar lo poco bueno que había mostrado su equipo, que era el circuito de la mitad de la cancha.
El Diablo manejó a placer todo el segundo tiempo de contraataque y tuvo al menos cuatro chances más de convertir. A los 27, otra vez Fernández armó una buena jugada por la izquierda pero al momento de finalizarla se resbaló. Desde el piso asistió a Batallini, que aguantó a la marca y remató de zurda al segundo palo. Ese tercer tanto sentenció la historia.
Independiente sumó su cuarto triunfo en el torneo, lo que demuestra la nefasta situación en la que se encuentra. Cada victoria es esencial para un equipo que de cara a las próximas temporadas puede llegar a sufrir con el promedio. De todas maneras, para edificar a futuro, sólo puede agarrarse del resultado.