Independiente no pudo con San Lorenzo en Avellaneda: empataron 1 a 1
El Rojo pudo haber sido un poco más, pero es víctima de un plantel de bajo nivel, un planteo lamentable y una dirigencia que no está a la altura.
Valió la pena el homenaje a Ricardo Enrique Bochini, el máximo ídolo de la historia de Independiente, dueño de dos Copas Intercontinentales y cuatro Libertadores de América, además de cinco torneos locales y uno de los jugadores mas extraordinarios que haya dado este suelo.
Siempre jugó en Independiente, nunca quiso dejar el club pese a las tentadoras ofertas. Es justicia que el estadio de Independiente se llame, desde hoy: Libertadores de América Ricardo Enrique Bocihini.
Ahora pasamos a la pobre actualidad. San Lorenzo es el último del torneo, Independiente un equipo apenas por arriba de la mitad de la tabla, clasificado con lo justo, a la Copa Sudamericana. La diferencia casi no se notó.
En el primer tiempo los de Avellaneda fueron un poco más solamente un poco, y la etapa pasó sin pena ni gloria. En el segundo a los tres minutos, córner para el Rojo, Ortigoza peina para atrás en el primer palo y cuando un compañero de él rechaza, le pega en la cara a Silvio Romero y el local se pone 1 a 0 casi de casualidad.
Como siempre que se pone en ventaja, Independiente se fue para atrás, en esa lógica anticuada y de bajo vuelo que practica desde hace un tiempo. Y por lógica, San Lorenzo empató. Vino un centro de la izquierda y el debutante Zurita abrió sus brazos, la pelota lo impacto y Ortigoza convirtió de penal el 1 a 1.
Después hubo un penal para el Rojo y encima San Lorenzo se quedó con 10. Ejecutó Romero y detuvo Torrico. El delantero del local define mejor con la cara que con el pie.
La diferencia de cantidad de jugadores en la cancha casi no se notó, Independiente no llegó más y ambos van terminando un torneo para el olvido.