Cada semana que pasa la situación de Independiente es más complicada. La dictadura de Hugo Moyano bajo la que se encuentra y la falta de reacción de sus socios profundiza la crisis a cada segundo. Tras la derrota ante Lanús en el campeonato local, quedó anteúltimo. Sólo le queda la Sudamericana y no tiene margen de error. Debe ganarle sí o sí a General Caballero en Paraguay para seguir en carrera.

Ceará de Brasil, que parece el principal rival de cara a la clasificación en el grupo, ganó todos sus partidos. El Rojo solo cayó de visitante ante el conjunto brasileño, pero aún así quedó complicado. Debe ganar para llegar a la última fecha con chances de imponerse en el mano a mano en el Libertadores de América y apelar a una diferencia de gol favorable.

Su entrenador, Eduardo Domínguez, que ya abrió la puerta a una posible salida a fin de año, tiene, de cara a este duelo, un problema inesperado. Guardó a todos los titulares para evitar lesiones y cansancio, pero aún así no podrá contar con su goleador Leandro Benegas. El mendocino sufrió un síndrome vertiginoso y ni siquiera viajó a Paraguay.

Los demás titulares serán los mismos que enfrentaron a La Guaira en Venezuela, pero falta definir quien será el delantero. Las opciones que tiene en ese lugar de la cancha el DT no son buenas. Puede apostar por Leandro Fernández, que viene en el peor nivel de su carrera, o por un juvenil como Julián Romero. De otro modo, jugará sin centro atacante.

El equipo local tiene su última chance. Sólo sacó un punto hasta ahora y está a ocho de Ceará con nueve en juego. Si bien es prácticamente imposible que clasifique, no le queda otra opción que ganar para intentar soñar.

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