Italia se convirtió hoy en semifinalista de la Eurocopa de fútbol al vencer a Inglaterra por 4 a 2 en la serie de lanzamientos de tiros penales, tras 120 minutos en los que el partido terminó empatado 0 a 0.

Los "azzurri" se medirán el jueves en Varsovia ante Alemania por un lugar en la final, mientras que en la otra semifinal, el miércoles en Donetsk, chocarán España y Portugal.

Italia irá en busca de su segunda Eurocopa, ya que hasta el momento se coronó sólo en 1968.

Además, se colocó entre los cuatro mejores del certamen continental por quinta vez en su historia, algo que no sucedía desde la edición del 2000, cuando perdió la final contra Francia.

Por su lado, Inglaterra le puso fin a un sueño que se le mantuvo esquivo a lo largo de toda su historia. Hasta el momento no pudo ganar ni una Eurocopa, mientras que apenas pudo alcanzar los primeros cuatro puestos del torneo dos veces (1968 y 1996).

Alessandro Diamanti anotó el penal definitivo tras fallar Montolivo, Young y Cole en tiros previos.

Más allá de los penales, las emociones fuertes se vivieron desde los primeros minutos. Lo que aparentaba ser un choque entre dos equipos enfocados en cuidar sus propias porterías, se transformó en un duelo de constante actividad en las dos áreas.

La primera jugada clara de peligro se produjo a los 3 minutos, cuando Daniele De Rossi lanzó una volea impecable de zurda desde 30 metros y el balón se estrelló en el palo derecho de Joe Hart.

La respuesta de los ingleses no tardó en llegar: se jugaban 5 minutos cuando James Milner lanzó un centro raso al corazón del área italiana, Glen Johnson definió como pudo ante el atosigamiento de los defensores y Gianluigi Buffon respondió con unos enormes reflejos.

El conjunto "azzurro" depositó sus esperanzas en la figura de Mario Balotelli, quien dispuso de dos ocasiones de peligro antes de llegar a la media hora, pero su primer intento fue despejado por John Terry y el segundo fue una volea bien atajada por Hart, según reportó un despacho de la agencia alemana de noticias DPA.

A medida que se acercaba el descanso, Inglaterra se replegaba cada vez más cerca de su área e Italia se animaba.

Los dirigidos por Cesare Prandelli pudieron encontrar la ventaja en los minutos previos al final del primer tiempo, pero tanto Antonio Cassano como Balotelli se veían una y otra vez anulados por las grandes respuestas de Hart.

En la segunda parte, la tendencia a favor de los italianos se convirtió en un monopolio de los cuádruples campeones mundiales.

Mientras De Rossi lanzaba una volea desviada desde dentro del área chica, minutos después el propio Balotelli provocaba una nueva atajada de espectáculo de Hart y Riccardo Montolivo recogía el rebote con un disparo por encima de la portería.

Inglaterra intentó reaccionar con el despliegue de Ashley Young por la banda izquierda y con el ingreso de Andy Carroll como referente ofensivo, al mismo tiempo que el resto físico de los dos equipos comenzaba a jugar su propio partido.

Los últimos 25 minutos de la segunda mitad encontraron la paz en cada una de las áreas. Mientras Italia intentaba cambiar el oxígeno con los ingresos de Alessandro Diamanti y de Antonio Nocerino, los británicos se aferraron a cuidar el cero en su arco y apelar a alguna `contra` de Rooney o un cabezazo de Carroll.

El desenlace de los 90 minutos fue paradójico: posiblemente el encuentro con más ocasiones de peligro de todos los cuartos de final se transformó en el primer partido de la Eurocopa que termina sin goles en el tiempo regular.

En la primera parte de la prórroga, la jugada de mayor peligro reposó en los pies de Diamanti, quien a los 101 minutos lanzó un centro venenoso al área y sin que nadie interfiriera, la pelota pegó en el palo derecho de Hart para marcharse fuera del campo.

Ya en la segunda mitad del tiempo extra y con Inglaterra replegada en su campo, Diamanti volvió a disponer de una ocasión de peligro, pero su zurdazo se fue por encima del arco.

Sólo tendría que esperar unos minutos, porque su zurdazo suave a la izquierda de Hart desató el festejo de todo un país loco por el fútbol y hundió en la tristeza a otro.