Karlha Magliocco dice que por ella que le pongan a boxear en bikini
La venezolana Karlha Magliocco, primera boxeadora latinoamericana ganadora de un combate en Juegos Olímpicos, es una chica ruda en el cuadrilátero, pero fuera del ring defiende las buenas maneras y el derecho de la mujer a lucir bien.
"Por mí que me pongan a boxear en bikini, sería una bonita manera de diferenciar a las mujeres de los hombres a la horas de pelear", señaló la peleadora que hoy se impuso 15-14 a la brasileña Erica Matos y se colocó entre las ocho mejores del peso mosca.
Kharla es una morena atractiva que no parece boxeadora. A los seis años comenzó a practicar deportes para alejarse del asma hasta que dio con el pugilismo y se enamoró de ese deporte.
"Quizás influyó que mi mamá era árbitro de boxeo, pero fue lo que me llenó", asegura.
Magliocco defiende el derecho de la mujer a practicar el pugilismo, pero opina que la violencia debe dejarse en el cuadrilátero porque fuera de él la vida es diferente y ella sigue siendo femenina.
"No me pinto para pelear porque no se trata de un desfile de moda, pero fuera del deporte me gusta lucir femenina", dice la sudamericana, licenciada en educación y madre soltera de una niña llamada Naomi.
"Ella es mi gran motor, es pequeñita pero me da muchos ánimos y si un día quiere ser boxeadora, tendrá el apoyo", asegura.
Mañana, en los cuartos de final, la venezolana tendrá un duro combate, contra la estadounidense Marlen Esparza, pero la chica no se asusta. "Estoy cumpliendo mi sueño olímpico y conmigo todo puede pasar", dice.