Le guerra entre la FIFA y la Premier League parece recién haber comenzado. Los clubes ingleses se plantaron y no quisieron ceder a sus futbolistas a Sudamérica para las Eliminatorias, por las complicaciones que eso les hubiese traído, por el periodo de aislamiento que tienen que cumplir, para utilizarlos en sus propias competencias. Sólo los argentinos se fueron de sus equipos y sólo por dos encuentros. Ahora, el ente que regula al fútbol mundial prepara una sanción: aquellos jugadores convocados que no hayan sido cedidos tampoco podrán jugar en sus equipos.