El atacante Juan Carlos Arce, a los 42m. del segundo período, definió el pleito en favor del conjunto boliviano, que había extraído una igualdad 1-1 en el duelo de ida, jugado la semana pasada en Buenos Aires.

En el equipo argentino fue expulsado el defensor Carlos Izquierdoz, a los 13 minutos de la parte final.

En semifinales, Bolívar se medirá con San Lorenzo, teniendo ventaja de localía, el 23 y 30 julio, luego del Mundial de Brasil.

Indudablemente los 3.600 metros de altitud sobre el nivel del mar de La Paz influyeron en el ritmo del partido, con un Lanús mejor en la técnica y calidad de su plantel, ante un limitado equipo local, que se aprovechó del gol en Buenos Aires y del factor geográfico.

El primer tiempo tuvo pocas emociones frente a los arcos, Agustín Marchesín respondió bien en la visita ante un remate de Arce desde afuera del área, al tiempo que Lanús esperaba en alguna pelota parada hallar el gol de la clasificación.

Leandro Somoza, desde unos 45 metros, exigió a Romel Quiñones, apenas comenzada la segunda parte, pero una irresponsabilidad de Izquierdoz, quien agredió a Walter Flores en un corner a favor, dejó a Lanús con un hombre menos.

Bolívar, que lleva 9 partidos sin perder en la Libertadores, no encontraba las ideas para definir el encuentro ante un rival que terminó el partido con cuatro delanteros en inferioridad numérica, con limitaciones tácticas y cualitativas importantes.

Recién a los 42 minutos, el delantero Arce, con todo Lanús jugado en ataque, logró el gol de Bolívar, que festejó todo un estadio colmado, con la presencia incluida del presidente boliviano Evo Morales.

Lanús tuvo en tiempo de descuento una ocasión para empatar y obligar los penales, pero el cabezazo de Ismael Blanco fue a las manos de Quiñones.

El equipo argentino hizo lo que pudo en la altura, perdió ante un oponente solamente correcto, y se fue de la Copa sin nada que reprocharse.
 

SINTESIS