"Las elecciones adelantadas para elegir al sucesor de Lerche se van a llevar a cabo el próximo 22 de diciembre. Lo resolvimos en comisión directiva pasado el mediodía de hoy", precisó Moncagatta.

"Lo que se viene ahora es toda la organización de ese comicio, porque el período presidencial de Lerche recién vencía en diciembre del año próximo", indicó.

Lerche se encontraba en uso de licencia tras el creciente malestar de los socios e hinchas colonistas y la situación derivó en su renuncia tras la no presentación del primer equipo de fútbol ante Atlético Rafaela, en una decisión adoptada por el plantel a instancias de Agremiados, a raíz de una abultada deuda económica.

Reglamentariamente a Colón le corresponde la pérdida de ese partido, el descuento de tres puntos y una multa económica, aunque sus directivos pretenden revertir esa situación sin argumentos legales que los respalden y solamente con el apoyo de Agremiados.

Por lo pronto, minutos después de conocida la fecha de las elecciones, surgieron los nombres de algunos candidatos a heredar el sillón que dejó vacante Lerche, y que se presentarán en ese acto comicial.

Ellos son Gustavo Abraham, de la agrupación Futuro Sabalero; Ricardo Magdalena, de Colón Campeón (lleva como manager a Francisco `Pancho` Ferraro); Luis Hilber, ex dirigente oficialista que renunció en los últimos tiempos, y Jorge Kaial, sin representación en la política interna de la entidad.

El próximo lunes 6 de diciembre vencerá el plazo para que estos candidatos presenten sus respectivas listas y lo mismo podrán hacer otros que se propongan en días venideros.

En medio de este desaguisado institucional, el volante español Iván Moreno y Fabianesi fue el primero en rescindir su vínculo contractual y alejarse del club, mientras que hoy siguió sus pasos el delantero Rubén Ramírez.

En tanto el zaguero uruguayo Gerardo Alcoba pidió una licencia por razones personales y viajó a su país, aunque es otro candidato a alejarse de la institución, porque también acumula una deuda de ocho meses.

"Tito" concurrió a la práctica pero no entrenó, sino que retiró sus pertenencias y posteriormente concretó la desvinculación del club.

Jugadores con deudas que databan de marzo pasado, juveniles desalojados de sus hospedajes, deudas en hoteles donde el plantel se concentraba y una campaña futbolística que llevó al equipo al borde de la zona de descenso, fueron los ejes del desbancarramiento de una institución que aparentaba ser modelo del fútbol argentino en la contemporaneidad.

Un paliativo para esto lo ofrecieron los 5.700.000 pesos que la AFA le hizo llegar al club a través del secretario general de Agremiados, Sergio Marchi, para saldar parte de la deuda que el club mantiene con futbolistas y empleados.

Esto actúa también como dique de contención para el eventual caso de un pedido masivo de la ejecución de los contratos de los futbolistas que vencen en junio del año próximo y que les permitirían a estos abandonar el club inmediatamente, amparados por el Estatuto del Futbolista Profesional.