Louis Van Gaal y los argentinos
La experiencia de futbolistas nacionales con un entrenador que cambió parte de la historia del fútbol neerlandés.
El próximo objetivo mundialista es Países Bajos. El partido del próximo viernes enfrentará a la Argentina contra un equipo sin grandes nombres pero con un entrenador de mucha experiencia, que marcó la historia del fútbol durante los últimos 30 años: Louis Van Gaal.
A lo largo de su extensa trayectoria, el neerlandés supo dirigir con éxito a clubes de mucho prestigio y en ese camino se encontró con varios futbolistas argentinos que vivieron con él experiencias diferentes.
Tal vez la más recordada es la que tuvo en 2002 con Juan Román Riquelme en Barcelona. El hoy vicepresidente de Boca la recordó hace unos años en el canal América:
"El día de mi presentación junto con el presidente (Joan Gaspart) y el entrenador, al terminar la conferencia de prensa Van Gaal pide hablar conmigo en el vestuario del Camp Nou. Cuando llegamos veo una mesa llena de videos. Todos los videos tenían imágenes mías. Ahí me dijo que yo era el mejor jugador del mundo cuando tenía la pelota, pero cuando no la tenía, el equipo jugaba con un futbolista menos. Recuerdo que me lo quedé mirando. Unos minutos antes, en la presentación nos habíamos dado la mano… En ese momento me dejó bien en claro que mi fichaje se había dado por iniciativa del presidente y no por deseo suyo. Van Gaal tenía un sistema de juego en el cual confiaba mucho y quería que yo jugara de puntero o extremo por la izquierda. En ese momento le dije que no tenía problemas, pero con el correr de los partidos, estar quieto en esa posición no lo aguantaba y hubo un momento, en un partido ante Racing Santander, en el cual me paré al lado del volante central. Ganamos 2 a 1 y le di 2 asistencias a Patrick Kluivert. Yo estaba contento, en los diarios se destacaba mi labor. Al día siguiente, en el entrenamiento me dijo: ‘Usted es un desordenado. Todos dicen que jugó un gran partido, pero yo le dije que debía jugar en otra posición’. Ahí se empezó a complicar la situación, porque no me llegaba la pelota, y yo tendía a centralizarme en la cancha. Después de algunos partidos me terminó sacando del equipo. Igualmente me sirvió porque Van Gaal fue una persona honesta conmigo, me dijo las cosas en la cara, aunque no coincidamos en todo".
Tiempo más tarde, un hincha de Boca se cruzó con el DT en Europa, sacó su celular y grabando la escena le preguntó los motivos que eyectaron a Román del Barca. “No corría, no marcaba...”, respondió de manera contundente.
Sergio Romero fue vendido de Racing al AZ Alkmaar de los Países Bajos en febrero de 2017. En ese entonces “Chiquito” tenía un solo partido jugado en la primera de la Academia y apenas 20 años recién cumplidos. Su experiencia con LVG fue muy positiva: "Fue una persona que me ayudó mucho cuando llegué a Países Bajos, un país con costumbres muy diferentes al nuestro. Al principio no entendía absolutamente nada del idioma, y él hablando español me ayudó mucho. Siempre le estaré agradecido a Van Gaal por lo que hizo en el AZ Alkmaar por mí. Es un entrenador que ayuda mucho al crecimiento del jugador, te enseña a estar más atento durante las jugadas. Desde el día uno en que fui entrenado por él, me dijo que en sus equipos el arquero es un jugador más, que sus equipos juegan con 11 jugadores. Lo conocí siendo muy joven y colaboró con mi crecimiento”.
Martín Demichelis fue dirigido por Van Gaal en Bayern Munich. Si bien su rendimiento durante ese ciclo en el club alemán fue de mayor a menor, el reemplazante de Marcelo Gallardo en River capitalizó la convivencia con el neerlandés: “Es un entrenador con una grandísima idea futbolística. En ese momento, el fútbol alemán era muy simple: 4-4-2 de ir y venir y él impuso una idea diferente. Me marcó mucho como jugador y en lo que hoy soy como técnico a la hora de ver, de analizar y de plasmar el fútbol”.
En Agosto de 2014, la de Ángel Di María supo ser la compra más cara del fútbol inglés. Luego de un ciclo exitoso en Real Madrid y tras el subcampeonato del mundo en el Mundial de Brasil, el Manchester United pagó 75 millones de euros por su pase. En ese entonces el entrenador era muy elogioso con el rosarino: "Ángel es un mediocampista de clase mundial, y lo que es aún más importante, un jugador que sabe trabajar en equipo. Sin lugar a dudas, posee un inmenso talento natural”.
Pero la experiencia del “Fideo” finalmente fue muy mala. Esto fue lo que confesó en TyC Sports hace unos meses: "En Manchester arranqué muy bien durante los primeros 2 o 3 meses, jugando, marcando goles, brindando asistencias, pero mi gran problema fue el entrenador. Discutí muchas veces con él, terminé peleado. Me quería ir. Es más, en esa época me llamaba el Manchester City del ingeniero Pellegrini para jugar con ellos, y yo no jugaba por el dinero, sino por ser feliz y en Inglaterra no lo era. Mi familia tampoco estaba disfrutando, todos sufríamos. Luego apareció el PSG y nos fuimos para Francia. Con Van Gaal por ejemplo, ganábamos 3 a 0 y me tocaba marcar y/o asistir, al día siguiente me mostraba videos de los pases que yo erraba durante ese partido. Eso ocurría constantemente y la relación se fue rompiendo. Me terminó sacando del equipo en un momento puntual en donde yo estaba haciendo bien las cosas. Inicialmente pensé que me sacaba para darme descanso, pero pasaban los partidos y siempre era suplente. Muchos me dijeron que no le gusta que los jugadores sean más que él, y en el momento en el cual llegue al club por mis buenas actuaciones, porque me habían dado la mítica camiseta número 7, era muy destacado por la prensa y creo que eso le molestó mucho".
Las experiencias son intransferibles, con lo cual todo lo que ha vivido cada futbolista que trabajó bajo la órbita de Van Gaal se dispara hacia lugares diferentes. Lo que queda en claro es que con defectos y virtudes, ya forma parte de los libros del fútbol y su presencia ante Argentina elevará el grado de dificultad para poder seguir avanzando en Qatar.