La muerte del belga Wouter Weylandt, fallecido tras caerse en el transcurso de la tercera etapa, eleva a cuatro el número de ciclistas muertos en el Giro de Italia.

El primer ciclista fallecido en la ronda italiana fue en el 1952, cuando Orfeo Ponsin cayó en el descenso de la Merluzza, en la cuarta etapa, Siena-Roma.
El español Juan Manuel Santisteban sufrió una caída mortal en la primera etapa del Giro de 1976, el 21 de mayo, y murió en Catania. Y diez años después, el 28 de mayo de 1986, el italiano Emilio Ravasio falleció a consecuencia de la caída que tuvo en un descenso de la primera etapa.

Weylandt ha muerto por las heridas provocadas tras caer de la bicicleta durante el descenso del Passo del Bocco, a 25 kilómetros de meta, en la tercera etapa del Giro.