Racing no lo aguantó y Tigre se lo empató sobre el final en un partidazo
Igualaron 3 a 3 en Avellaneda, después de que los locales llevaban dos goles de ventaja.
Racing Club y Tigre empataron 3 a 3 en Avellaneda con goles de Enzo Copetti, Leonel Miranda y Matías Rojas, para la Academia, y de Mateo Retegui en dos ocasiones (una de penal) y de Ijiel Protti, para el visitante.
Fue una partidazo. En el primer tiempo, Racing fue superior, circuló la pelota con acierto, ganó la espalda de los laterales de Tigre, y sufrió bastante poco en el área propia. Encima, se puso en ventaja rápido, con un desborde de Rojas por derecha que Copetti mando al gol anticipando al defensor.
Incluso en ventaja la Academia era más y, con justicia, a los 28 minutos aumentó, ahora con un desborde por izquierda de Mena que envió el centro, la dejó pasar (o le erró) Gabriel Hauche y el Lolo Miranda empujó para el 2 a 0. Parecía que la cosa se encaminaba a una victoria sencilla.
Pero Tigre no es sencillo, es un gran equipo. Atacó, llegó, consiguió un penal a favor y Retegui conviertió para darle suspenso a la cosa. Pero, en el descuento de la primera etapa, un tiro libre magistral de Rojas, mandó a la Academia muy tranquila al descanso con un 3 a 1 a favor.
El complemento fue otra cosa. Tigre se lo llevó por delante y Racing no mostró reacción. No tiene mucho con que el equipo del entrenador Martínez, pero va. Presión y ante la presión a los 18 minutos el arquero de Racing, "Chila" Gómez, recibió la pelota, se le escapó, se la robó Protti y puso el 2-3 para darle suspenso al marcador.
Siguió empujando Tigre, y cada vez era más. Fernando Gago metió cambios. El fútbol champagne también saca delanteros y mete defensores: se fue Copetti y entro Orbán, un central más, para sacar de arriba. También entró Edwin Cardona, para aportar toda su desidia al partido.
Y de tanto cuidarse de arriba, por arriba vino el empate a dos minutos del final, otra vez por la vía de Retegui: 3 a 3. En el descuento Racing fue con todo y no generó ningún peligro. El árbitro dio un minuto menos de descuento del que había establecido y Gago y sus jugadores casi se lo comen crudo, como si el referí tuviese la culpa, de que no hubieran podido aguantar un tiempo con dos goles arriba.