Roger Federer y Stanislas Wawrinka coincidieron: "No hay rencores"
"Estamos pasándolo bien aquí, somos amigos, no enemigos", dijo el número dos del mundo que irá por su primera Ensaladera de Plata.
Los suizos Roger Federer y Stanislas Wawrinka aseguraron estar en paz tras el incidente de la noche del sábado en las semifinales del Masters de Londres .
"No hay rencores ni nada de eso. Estamos pasándolo bien aquí, somos amigos, no enemigos", dijo Federer durante una rueda de prensa en Lille, donde desde el viernes Suiza se medirá a Francia en la final de la Copa Davis.
Wawrinka coincidió. "Como dijo Roger: lo primero es que no tenemos ningún problema. Hablamos ya del asunto directamente tras el partido, no sólo de eso, sino de muchas cosas. Sabemos cómo manejar una cosa pequeña como esa".
Según publicó hoy el diario británico "The Daily Telegraph", la mujer de Federer, Mirka Vavrinec, llamó "llorón" a Wawrinka en los momentos definitorios de la semifinal del Masters.
Tanto Federer como Wawrinka criticaron al juez por hablar con la prensa.
"Antes de nada, no estoy seguro de que le esté permitido hablar", destacó Wawrinka.
Federer fue más contundente: "En primer lugar, al juez de silla no le está permitido dar una entrevista. Si menciona el nombre de mi mujer o no, no importa. Realmente no importa".
"Creo que está todo dicho, está todo totalmente relajado, no sé realmente cuál es el gran asunto", añadió el número dos del mundo buscando cortar las preguntas acerca del comportamiento de su esposa.
Más allá del incidente con la esposa del siete veces campeón de Wimbledon, las miradas que se cruzaron Wawrinka y Federer durante la semifinal dieron indicios de ciertos problemas. En la noche del domingo el ex tenista John McEnroe, que estuvo en Londres como comentarista para ESPN, reveló que "algo pasó en el vestuario entre Fed y Wawrinka".
"Y duró buena parte de la noche", completó el ex número uno del mundo, que no habla francés y podría no haber interpretado cabalmente lo que sucedió en la zona de jugadores del O2 Arena, una instalación en la que cada tenista cuenta con vestuario individual.
Otras fuentes hablaron sin embargo de una discusión a los gritos entre Federer y Wawrinka en el gimnasio tras el partido.
Campeón de 17 Grand Slam, Federer intentó calmar un poco el fuego el lunes por la noche al colgar una foto en su perfil de twitter en el que se ve a todo el equipo suizo de la Davis sonriendo. Wawrinka, incluso, bromea con Federer al ponerle dos dedos sobre su cabeza.
"Es genial estar de nuevo con los chicos y el capitán (Severin) Lüthi", escribió el actual número dos del mundo en la red social.
Pero a pesar de la sonrisas, aún hay dudas de que Federer llegue en plenitud física a la final de la Davis, a partir del viernes sobre el polvo de ladrillo de Lille, tras verse obligado a renunciar a la final del Masters del domingo por un problema de espalda.
El tenista de 33 años voló el lunes a Lille en un avión privado, mientras que Wawrinka optó por viajar en tren. Federer aseguró que su espalda está mejorando.
"Definitivamente no estaba lo suficientemente bien para entrenar ayer. Desearía que el progreso fuera más rápido, lo estamos intentando. Creo que definitivamente está mejor que en la noche del domingo, también (mejor) que ayer".
"Es un proceso lento, me gustaría estar entrenando, pero no se puede. Tengo esperanzas para mañana", añadió Federer, que busca conquistar la primera Copa Davis en la historia de Suiza.
"Espero poder jugar", dijo el suizo cuando se le preguntó si será uno de los singlistas el viernes. "Por eso estoy aquí, espero estar en la mejor situación posible para jugar".