San Lorenzo, que sumó su quinto triunfo consecutivo de local, llegó a 28 puntos, la misma cantidad que Boca, que jugará mañana frente a Aldosivi de Mar del Plata, mientras que Sarmiento, que lleva tres partidos sin victorias (dos derrotas y un empate), se quedó con 16 unidades.

El conjunto de Boedo, con un 4-2-3-1, intentó imponer su juego, pero le costó mucho porque no funcionó bien el doble 5 que conforman Juan Mercier y Néstor Ortigoza.

Entonces no pudo manejar la pelota, más allá de algunas pinceladas de Leandro Romagnoli, y generó poco y nada en ataque.

Es más, San Lorenzo apenas llegó dos veces por intermedio de Emmanuel Mas, uno de sus laterales, a los 28 y 33 minutos de juego.

Pero en esto tuvo mucho que ver el planteo que dispuso Sergio Lippi. El entrenador de Sarmiento, con un 4-3-2-1, no solo maniató a su rival sino que además fue superior y hasta dispuso de las mejores chances de gol a través de Sebastián Luna (4m.), Niciolás Sánchez (15m.) y Juan Ignacio Cacheiro (22m.)

El equipo de Junín funcionó a la perfección, con Gervasio Núñez como conductor, pero con un trabajo sólido del resto de sus compañeros.

Sin embargo en el inicio del segundo tiempo, al minuto, se produjo la jugada que cambió el rumbo del partido: Villalba aprovechó una falla de César Rigamonti y puso el 1-0 para el conjunto local.

A partir de ese momento, San Lorenzo creció levemente en su juego, ya que ganó en tranquilidad y dispuso de algunos espacios.

Y además quedó claro que a Sarmiento le cuesta mucho ir a buscar un partido, porque se siente más cómodo jugando de contraataque.

La segunda etapa transcurrió entre la falta de ideas del equipo de Lippi para llegar al empate y la imprecisión de San Lorenzo para sentenciar la historia.

Pero en el final apareció Cauteruccio, a los 42 y 46 minutos, y definió en ambas oportunidades con clase para liquidar el partido y dejar a su equipo en lo más alto de la tabla de posiciones.