Tras el bronce en Londres, Del Potro está octavo
El tandilense aprovechó al máximo la medalla que obtuvo en los Juegos Olímpicos y tras la victoria sobre Djokovic escaló al octavo lugar en la clasificación del ránking de la ATP.
El tandilense, quien ayer le dio la primera medalla olímpica a la Argentina en Londres 2012 al vencer a Novak Djokovic, subió un lugar en el ranking.
Del Potro superó el domingo al serbio Novak Djokovic y este lunes superó en el ranking al serbio Janko Tipsarevic.
Luego de una hora y 48 minutos de juego, el tandilense, número 9 del ranking mundial ATP, derrotó a Djokovic (2), por 7-5 y 6-4, para apoderarse del último escalón del podio.
Luego de la épica batalla que libró el viernes último con el suizo Roger Federer en semifinales (perdió 19-17 en el tercer set), el argentino mostró otra vez un buen nivel de juego y justificó la victoria.
De esta manera, el tenis argentino obtiene su cuarta medalla en la historia de los Juegos Olímpicos. Las anteriores se dieron en 1988 con Gabriela Sabatini (plata) en Seúl 1988, el binomio Javier Frana-Cristian Miniussi (bronce) en Barcelona 1992 y el dúo Paola Suárez-Patricia Tarabini (bronce) en Atenas 2004.
Arrancó Djokovic haciendo pesar la potencia de su derecha cruzada y el tandilense no pudo seguirle el ritmo. Primer juego en cero para el serbio.
Del Potro apareció en el segundo game, cuando, con un `passing` cruzado, despertó los primeros aplausos de la concurrencia. Tampoco resignó puntos en el juego y el marcador quedó 1-1.
Los dos mantuvieron sus respectivos servicios (con relativa facilidad) en los juegos subsiguientes, razón por la cual, el 2-2 se inscribió como lógico, en 13 minutos.
A esa altura, el bonaerense no encontraba comodidad en las devoluciones del saque rival y, consecuentemente, no pudo ganar ni un solo punto en los tres primeros servicios del 2 del mundo (3-2).
De a poco, el europeo, que contó con el apoyo mayoritario de sus compatriotas sentados en la platea del court número 1, fue marcando el terreno con un sólido drive. El tandilense apelaba a su poderoso servicio para mantenerse en partido, hasta que la lluvia volvió a interrumpir la acción, con el tanteador 2-3 y ventaja para `Delpo` en el sexto juego, cuando iban 23 minutos.
El partido se reanudó después de 65 minutos de espera y el tandilense, a puro saque, conservó para emparejar 3-3.
Desde el otro lado, Djokovic contestaba con las mismas armas. O, mejor dicho, con algunas más poderosas como un revés indescifrable para el argentino. 4-3 para `Nole`.
Los primeros servicios de ambos marcaban diferencias y así el serbio se situó 5-4 arriba, en 33m.
El primer amague de `salida de cauce` del partido se produjo en el undécimo game, cuando Del Potro tuvo dos quiebres para situarse arriba. Pero Djokovic los evitó, con la complicidad de un servicio demoledor. E inmediatamente, el tandilense sacó provecho de dos devoluciones fallidas del serbio para ponerse 6-5 arriba, en un partido bastante equilibrado.
Al siguiente juego, los dos diseñaron lo mejor del primer set. Porque el argentino manejó el revés a su antojo y, del otro lado, el serbio apostaba a la devolución para seguir en la pelea.
Del Potro se quedó con el parcial (7-5), luego de no poder aprovechar tres set points, a partir de un servicio implacable. Una hora exacta de juego para el primer set.
El comienzo del segundo segmento deparó un game largo (9 minutos), en donde Djokovic se adelantó en la pizarra, con los argumentos que lo llevaron a la cima: solidez defensiva y variedad de golpes.
Pero el serbio se encontró, del otro lado de la red, con un paciente y fuerte Del Potro, que sacó provecho de una devolución fallida y quebró para el 2-1.
Entonces, el argentino adquirió la cuota de confianza que, tal vez, le hacía falta para erigirse en el dominador del cotejo. Su saque continuó haciendo daño, pero sus otros golpes (revés, drive, volea) también ganaron consistencia.
Así, Del Potro tomó ventaja 5-3 y se perfilaba para lo mejor. Sin embargo, el serbio logró conservar su saque y achicó 4-5.
Pero en el décimo juego, el tandilense sacó impecable, mantuvo el aplomo y logró el bronce que merecía desde el viernes último.