“Hay una diferencia del 27 por ciento entre el precio que estipula el Gobierno y el que recibe el productor que nadie sabe a dónde va a parar”, insistió por Continental, el productor triguero Freddy López, de Carhué.

"Sin embargo", añadió, "se sabe que va a parar a molineras y exportadoras de cereales, que son las que están haciendo los grandes negocios en este momento. Debiéramos todos sentarnos en una mesa y encontrar una salida”, planteó en La Mañana.

“El Gobierno pone un precio de mercado del trigo. Como no se está exportando (en estas fechas), hay un sobrante de material y los molinos están pagando menos (un hecho que se repite cada año; generalmente, la cotización internacional real del trigo se conoce hacia mediados de año). Hay un 27 por ciento que no se sabe donde va a parar y tendría que quedar en manos de los productores”, afirmó.

En cuanto al hecho de que la agricultura fue el sector que más creció en 2010, López asoció el hecho con “el factor climático”, que permitió cosechas record, aunque también es innegable la suba de las commodities.