Desde Marcos Juárez, donde se realiza la Fiesta Nacional del Trigo, Alejandro Cánepa entrevistó al presidente de Coninagro.

Por Continental, Carlos Garetto reconoció que “ha sido uno de los mejores años en cuanto al rendimiento de la cosecha del trigo. Hacía años que no teníamos un nivel de productividad tan alto, pero contrasta con el proceso de comercialización que padece el productor y especialmente en la zona sur de la provincia de Buenos Aires”.

En La Hora del Campo, adujo que “la Mesa de Enlace va a tener siempre chispazos. Lo importante es que los chispazos no están en las bases. Los productores tienen un mensaje muy claro y contundente, le están dando vitalidad a la Mesa de Enlace y (saben que) la unidad es la fortaleza más grande que tiene el sector en el reclamo”.

Garetto resaltó que, “hoy, el ‘campo’ está en mesas de construcción de políticas. Todo eso es consecuencia de que el ‘campo’ ha tomado protagonismo que va mucho más allá de lo sectorial y que es importante, porque, en la medida en que pueda aportar desde su sector hombres con capacidad, va a poder contribuir para que este crecimiento que se viene dando se transforme realmente en desarrollo. Entonces, la Mesa de Enlace tiene un rol mucho más importante que la contención. El desafío más importante que se viene es saber construir con las propuestas”, consideró.

Sobre los conflictos con el Gobierno por los intentos de asegurar el abastecimiento interno y combatir la venta en negro, afirmó que “cualquier intervención en cualquier sector de la cadena, en algún momento repercute y distorsiona el mercado. En la medida en que no tengamos una solución integral, vamos a tener este malestar que genera que se beneficie a unos y no a otros”, apuntó, en velada alusión a los cruces con la Federación Agraria por la venta de quinientos millones de toneladas de trigo a precio pleno gracias a la mediación del Estado.

“El trigo tiene una situación que ha generado este Gobierno restringiendo la exportación, pensando en la mesa de los argentinos. Lógicamente, lo hacen todos los países. Pero hay que hacerlo cuando está en peligro el abastecimiento interno”, objetó.

“Nosotros producimos cuatro o cinco veces más del volumen que necesitamos. Ahora estamos pagando el pan dos dólares en Buenos Aires, lo mismo que países que no tienen trigo. El productor está recibiendo el 8 o 9 por ciento de eso, y en el medio hay una cadena de comercialización que se está quedando con gran parte de la torta”, denunció.

Para Garetto, “con este modelo, terminamos produciendo menos trigo, menos carne, menos leche, economías regionales devastadas y terminamos con menos productores”.