Jorge Ingaramo: “se viene un año favorable para los cultivos de raíz profunda; aun con retenciones, son márgenes un 75% más altos que los anteriores”
La Hora del Campo / “Gracias a la soja, la economía creció entre abril y junio un 11,8 por ciento. Esa fue la variación del PBI en el segundo trimestre respecto de igual lapso de 2009. Si se toma en cuenta el primer semestre del año, el alza fue del 9,4 por ciento”, consignó el consultor agropecuario.
“Atrasar el dólar es encarecer el país”, opinó el economista Jorge Ingaramo.
Según el consultor agropecuario, “hacen falta políticas ‘serias’ que lleven hacia la baja de la inflación, que hoy está en el orden del 21 por ciento anual”.
Por Continental, alertó que “la mayoría de los asalariados que trabajan en negro no obtuvieron un aumento como para poder afrontar tal suba”.
“Gracias a la soja, la economía creció entre abril y junio un 11,8 por ciento. Esa fue la variación del PBI en el segundo trimestre respecto de igual lapso de 2009. Si se toma en cuenta el primer semestre del año, el alza fue del 9,4 por ciento”, consignó en La Hora del Campo.
“Para el girasol se está pagando un precio muy bueno. Localmente, el girasol cuesta más que la soja. Tiene muy buen precio a futuro. Y eso que hay retenciones. Se viene un año “Niña” (por la corriente oceánica de La Niña) que es favorable para los cultivos de raíz profunda. Aún con retenciones, son márgenes buenos, un 75 por ciento más altos que los anteriores”, informó el consultor agropecuario.
“Uno de los problemas es la aparición de palomas. Es un pequeño inconveniente. Pero la gente está sacando doscientos ochenta dólares por tonelada”, detalló.
“Sin duda, hay provincias como Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires que, cuando la soja funciona, funciona toda la actividad comercial, construcción, automotriz, empresarial, francamente tiene un efecto extraordinario. En Córdoba, faltaron seis millones de toneladas de soja por la seca y faltaron cinco puntos de crecimiento del PBI. Y eso afectó la economía de los pueblos. En cambio, ahora todo va mejorando: el impacto de la soja es decisivo”, concluyó Ingaramo.