Pese al alto nivel de comercialización de granos de la semana pasada (entraron seiscientas cuarenta mil toneladas de trigo y un millón cien mil toneladas de granos) y a la raquítica convocatoria de los mítines que convocó, el ala derecha de la Mesa de Enlace asegura que “fue muy alto el acatamiento” al lock out.

Por Continental, Mario Llambías señaló que “la diferencia entre el precio que estipula el Gobierno y lo que pagan los exportadores también se está dando con la cosecha del maíz”.

El presidente de CRA responsabilizó a “los molineros y los exportadores” por no pagar el FAS teórico calculado por el Estado, pero también culpó a la presidenta Cristina Fernández “por las políticas que el Gobierno implementa para el sector”, pese a que hace dos semanas se abrió totalmente el cupo de exportación de trigo de la campaña 2010-2011 (como reclamaron durante el lock out, que fue posterior a la publicación de la medida) y se dan créditos a tasa cero para quienes deseen esperar a vender su grano hasta mediados de año, cuando se saben con certeza los precios de referencia internacionales.

“En el tema de ventas al exterior, hay quienes se aprovechan de la situación con cara de buenos y guantes blancos”, denunció en Magdalena Tempranísimo.

“Se ha reducido la demanda y nos encontramos con una oferta mayor. Eso hace que paguen lo que quieran, cuando quieran”, se escandalizó ante ese acto de libre mercado que supuestamente propugna el dirigente ruralista.

“La gente está muy enojada con las medidas del Gobierno. Hay una operación similar con el maíz”, añadió.

“Si el precio no se cumple, habrá que pensar nuevas e imaginativas protestas”, amenazó.

Además, insistió en que “la presidenta es quien ha impuesto esta política. (El secretario de Comercio Interior, Guillermo) Moreno es una de las herramientas. (El ministro de Agricultura, Julián) Domínguez también fracasó en sus políticas”, concluyó Llambías.