Las plantas agroindustriales y portuarias de oleaginosas radicadas en el cordón industrial del Gran Rosario se mantienen inactivas en el sexto día consecutivo de paro que llevan a cabo los trabajadores enrolados en la CGT-San Lorenzo en reclamo de un piso salarial de 5.000 pesos.

Los empleados del sector pretenden alcanzar un acuerdo similar al del sindicato de los aceiteros pero aseguran que “no hay diálogo” con los empresarios.

En ese marco, las empresas amenazaron con suspender a 3 mil obreros tercerizados si no cesa la huelga en el corto plazo.

Mientras que la Unión Industrial criticó la “metodología” utilizada por los gremios que reclaman en los puertos rosarinos, los trabajadores aceiteros -que no forman parte de la protesta- expresaron su rechazo al bloqueo de las terminales y elevaron un petitorio al gobierno rosarino para exigir medidas urgentes que les permitan ingresar a sus lugares de trabajo.

El presidente de la Cámara Industrial Aceitera de la República Argentina (CIARA), Alberto Rodríguez, cuestionó el papel de la CGT en el conflicto al afirmar que no es la central obrera quien deba discutir salarios.

“Estamos esperando que las autoridades nacionales o provinciales tomen cartas en el asunto. Ambos gobierno deben tener las herramientas para destrabar el problema”, advirtió en Bravo.Continental.

El reclamo. “Con los empleados aceiteros firmamos nuestro acuerdo por todo el año 2011. Nuestros trabajadores no adhieren a la medida de fuerza”, precisó.

Rodríguez explicó que “la CGT nuclea a gremios de distintas actividades y reclama un monto salarial para aquellas personas que por alguna razón llevan a cabo tareas temporales dentro de las plantas aceiteras”.

En ese sentido, remarcó que “la CGT no es la entidad que deba discutir salarios, sólo podrá dar sugerencias. Es cada gremio el que deber tratar el tema con cada sector empresarial”.

Asimismo, precisó que “la cantidad de buques que hay en espera, que son los que no pueden entrar, llegan a 45. Cada uno de esos barcos tiene una pérdida de 40 o 50 mil dólares por día”.

“La discusión se da entre el comprador, el vendedor y la compañía de seguro”, señaló, en relación a los responsables del costo de las pérdidas que genera la protesta.