Durante ocho años hizo el unipersonal “Cosa de Minas” y por entonces repetía una y mil veces “Tengo cosas para hacer” (después te llamo, más tarde hablamos, ahora no puedo, déjame ver…) frase que terminó siendo el nombre del espectáculo que ya ve por su segundo año de éxito y a diferencia del primero que era más de stand up, éste tiene otros matices, luces, una propuesta más teatral.

Divertida, ocurrente, creativa y desopilante, se permite cantar y bailar en un show delirante que dirige Mariela Asencio y donde la gente por momentos se pregunta si lo que está viendo es parte del show o está pasando.

En conversación con Alejandra Canosa, Dalia Gutmann no esquiva ningún tema, piensa en voz alta y se permite la duda si lo que está respondiendo no la convence demasiado, a punto tal que, sobre el final, retoma con una de las preguntas y agrega algunos comentarios extras.

-¿Cuándo y por qué decidiste dejar la locución y pegar el volantazo para dedicarte de lleno a la comedia?

-En realidad, yo amo la locución, me parece espectacular la voz hablada porque genera volar con la imaginación, pero reconozco que no era buena locutora porque tenía mucho furcio y me ponía nerviosa. Entonces en un momento empecé a hacer comedia por hobby porque trabajaba de cronista en un noticiero y me angustiaba mucho. Soy un poco sensible y no estaba curtida para el periodismo que estaba haciendo. A partir de mi decisión de poner el foco en la comedia, empezaron a pasar cosas que nunca me habían pasado como que me invitaran a actuar en otro país en un momento decidí dedicarme de lleno al stand up. Después, con los años, me fui animando a otras cosas pero al principio era “stand up” que es una persona con un micrófono y nada más que eso te da la facilidad de poder viajar por el país por el mundo porque sos vos con un micrófono. Tomé conciencia de que no era buena en mi rol periodístico y hacía muchos papelones.  En un momento de mi vida fui locutora de Vero Lozano y Leo Montero en Telefe y ellos se agarraron de todo esa parte mía medio torpe y la hicimos más personaje, entonces todo se fue inclinando para el lado de la comedia que es lo que más me gusta.

Así arranca Dalia la charla con Ale Canosa y le anticipa que seguirá presentando “Tengo cosas que hacer” durante todos los miércoles de agosto, en el Teatro Maipo, donde en julio agotó localidades y agrega que “me encantaría seguir en septiembre, pero dependerá del público y de los compromisos que tenga el teatro y en ese caso pasaría a estar los días jueves”.

-¿Recordás como fue el primer show?

-El primer show fue en un bar que se llamaba Imaginario Cultural en Almagro y fueron todos mis familiares mis amigas mis amigos, Sebas, mis padres y la rompí, entonces me dije ¡Chau, soy buenísima!  El tema es la segunda función, porque a todos los comediantes nos pasa lo mismo, a la primera van tus amiguitos, tu familia y se mueren de risa aplauden y a la segunda, que no va a toda esa hinchada, es donde se ven los pingos y no se rió nadie. Estaba sólo mi mamá y no entendía lo que yo quería hacer. Lo cierto es que después de una función así, es como que te bajás para siempre o quiero revancha. Yo soy medio cabeza dura, entonces empecé a ir más por el camino de quiero revancha ya y no me quiero quedar con ese sabor amargo. Por suerte después vinieron muchas más funciones.

-¿Cuánto tiempo trabajaste por poco dinero?

-Ay, me encanta esa pregunta porque yo ahora siento que estoy muy bien, que valoro mi trabajo y me gusta cobrarlo bien porque le pongo mucho esfuerzo, pero soy de procesos muy lentos, entonces hasta que empecé a ganar plata uff, pensá que arranqué en el 2004 y recién cobré buen dinero en el 2011. En el 2009, hice un show a la gorra y algo de plata me quedaba, pero con los gastos que tenía, los primeros seis años no ví un centavo. Por suerte tenía como otros trabajitos, pero yo siempre fui muy argentina de tener varios kiosquitos y la piloteaba.

"En los ámbitos laborales las mujeres tenemos más presión, debemos demostrar que somos buenas"

-Hablemos de “Cosa de Minas”, un show donde hacías catarsis hablando de temas de mujeres.  ¿Cómo es la dinámica de trabajo?

-Yo fui a un secundario éramos todas mujeres así que “Cosa de Minas” tuvo un poco que ver con eso de que siempre me impactó la mujer graciosa. Fue como un faro eso de que, yo quería ser graciosa, pero yo soy más del laburo como que para que ser graciosa tengo que esforzarme y trabajar mucho mientras que hay gente a la que le sale naturalmente. Cuando empecé con el stand up, me sentaba en la computadora y escribía todo, pero ahora que tengo el oficio más afianzado prefiero grabarme, ya sea si se me ocurre una idea, un chiste o sobre todo un tema con el que quiero hacer catarsis. Por ejemplo, hace poco empecé a roncar, entonces empiezo a hablar de eso, grabo el tema y me voy probando. Claramente el coautor es el público con las risas o el silencio, entonces si vos ves que la gente se ríe, ahí percibo que una antena mía captó lo que le está pasando a mucha gente y si no se ríen siento que sólo me pasa a mí. Es un laburo de identificación que hasta que no te expones y lo decís en voz alta no sabes qué va a pasar. Reconozco que mi dinámica es muy caótica, me grabo y pruebo muchas cosas y otras veces siento que perdí mucho tiempo y si el público no se ríe hay que seguir trabajando.

-¿Cuáles son tus espacios creativos?

-Me recluyo porque tengo como un mini estudio en mi casa, ahí me siento a trabajar bastante y si bien me cuesta, cuando logro estar concentrada me re conecto y trato de que no entre nadie y me distraiga. Trato de elegir un lugar donde mis hijos no están dando vueltas porque si necesitan algo, soy culposa y tengo que salir de mi burbuja.

-¿Creés que las mujeres dramatizamos más que los hombres?

-Yo creo, sin dudas que hablamos de generalidades y que para los hombres casi todo es menos laburo para todos los ámbitos, son más simples, tienen menos ítems dando vueltas. No sé si las mujeres dramatizamos o tenemos esta cosa cíclica más desarrollada que los hombres porque nos pasan muchas cosas al mismo tiempo. Nos van cambiando las hormonas, tenemos un ciclo, entonces me parece que eso es lo que quizás nos descompagina con ellos porque no nos pueden seguir el ritmo que nosotras llevamos. Además, en los ámbitos laborales las mujeres tenemos más presión, o debemos demostrar que somos buenas haciendo bien nuestro trabajo. Por un lado somos más cíclicas con nuestros humores y por otro, hay una realidad que tiene que ver con los mandatos heredados y durante mucho tiempo tuvimos menos oportunidades.

-Hablemos de tu show “Tengo cosas para hacer” con el que pisaste escenarios en Barcelona, La Coruña y Madrid.

-Lo genial es que el teatro te da esta posibilidad de estar todo el tiempo puliendo tu show y que nada tiene que ver con hacer una película porque yo puedo ir modificando cosas en cada show. La gente con la que trabajo tiene que saber esa particularidad que me permite cambiar el vestuario, las pantallas, lo que voy haciendo con Mariela Ascencio desde la dirección, con los músicos. Nosotras que venimos del siglo pasado donde las cosas tenían un horario, un día un lugar… ahora es como todo al mismo tiempo, podés ver una película a las 4 de la mañana en Netflix  o comprar un lavarropas a las 3 de la tarde un domingo…! Yo trato, en medio de esa vida acelerada que nos enloquece, convertirla en material humorístico porque también las redes sociales nos hacen sufrir bastante. Es un show muy contemporáneo que habla de un montón de cosas, del vínculo con mi mamá, con mi hija adolescente, de la relación con mi cuerpo de un montón de cosas, pero sobre todo de esta dificultad que tenemos de habitar el presente ¡Me río un poco de eso! Sí, estuve en España por primera vez este año y hay muchos argentinos así que siento que actué como en casa porque había un 80% de argentinos y un 20% de españoles. ¡Ojalá pueda volver el año próximo!

"En los ámbitos laborales las mujeres tenemos más presión, debemos demostrar que somos buenas"

-¿Cuánto hace que estás en pareja con Sebastián Wainraich quien también se dedica al humor?

-A veces me cuesta contestar porque estoy con Sebas desde los 23 años y ahora tengo 46, entonces no sé como sería estar en pareja con un médico y si pasé por otros rubros fue hace muchísimos años. Con respecto a los estados de ánimo creo somos muy parecidos a cualquier otra pareja, vamos aprendiendo mucho en todo sentido, a ser pareja, padres, hermanos, amigos…uno se va mandando cagadas y reparando errores pero son tantos años que ya nos conocemos bien.

-El vínculo entre madres e hijas no es fácil y también lo abordás en tu show…

-Me gusta mucho hablar de ese vínculo porque lo vivo intensamente con mi madre y mi hija y en el show me río porque solemos hacer terapia y mil cosas para superar a la madre y que no te importe tanto su opinión pero no lo lográs nunca. El otro día hice un chiste por primera vez y funcionó: mi vieja opina de mi hija, de mi casa y logré decirle ¡Puede ser! Y sentí que era por ahí, una frase válida para que no siga quemándote el cerebro.

-Sos capricorniana, signo de tierra ¿Qué es lo mejor y lo peor que tenés del signo?

-Sí, y todo lo que digo es chamuyo porque no sé nada de signos concretamente, pero sí creo que hay algo del signo que es como muy laburador con todo lo bueno que tiene eso, porque somos tenaces y nos esforzamos para lograr lo que queremos. Pero también me digo ¡sos como muy pesada, relájate y disfrutá la vida su vez es como pesada, relájate y disfrutá la vida. Eso me parece lo mejor y lo peor, somos gente confiable que le pone mucho esfuerzo a todo, pero a veces nos cuesta disfrutar.

"En los ámbitos laborales las mujeres tenemos más presión, debemos demostrar que somos buenas"

-¿Cómo es el vínculo con tus hijos? ¿Qué les copa y qué les da vergüenza ajena?

-Tengo dos vínculos distintos porque son varón y mujer. A mi hijo le copa un poco el tema de la comedia, mira mucha comedia y le gustan los cómicos. Yo creo que quizás sea cómico en un par de años. A mi hija  le da más “Cringe” (vergüenza ajena) no tanto con el papá pero sí conmigo. En realidad no sé si es vergüenza, quizás debe  ser un poco denso sentir que le hablen tanto a tu papá.

-¿Cómo te cuidás? ¿Hacés algún deporte, comés sano?

-Disfruto mucho hacer las cosas que me gustan, hago yoga hace 17 años con la misma profe y me hace muy bien y bailo zumba hace cuatro años y por lo general soy muy sostenedora de cosas. Retomé terapia y hago unas clases que me hacen muy bien con Ana Frenkel, directora y coreógrafa que es una genia como directora y coreógrafa y soy muy acelerada y manija porque soy terca. Es muy capricorniano concretar las cosas que quiero trato aunque me cuesta bastante, quedarme quieta en algunos momentos del día.

-¿Con quién te sentarías a conversar sin tiempo en un bar de Buenos Aires?

-Creo que todo el mundo tiene algo interesante para compartir, pero si te tengo que decir alguien random, alguien que me gusta mucho y soy fan desde chica, es Fito Páez, me gustan mucho sus canciones. Y a su vez, no sé si quiero conocerlo porque así también esta ok. Me gustaría escucharlo, hablar con él, creo que compartiendo una cena me pondría muy nerviosa.