El viernes 31 de agosto a las 20:30 horas, en el décimo concierto de su temporada 2012, la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, dirigida por el maestro Enrique Arturo Diemecke, se fusionará con los alumnos de la Academia Orquestal del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón junto a la que interpretarán un repertorio que incluirá la Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis de Ralph Vaughan-Williams (1872-1958) y la Sinfonía Nº 7 de Gustav Mahler (1860-1911).

La Orquesta Filarmónica de Buenos Aires ha sido distinguida con el Premio a la Mejor orquesta sinfónica local de 2008, otorgado por la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina, y obtuvo dos Premios Konex de Platino como la mejor orquesta argentina de las últimas dos décadas, en 1999 y en 2009.

El maestro mexicano Enrique Arturo Diemecke es director musical de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires desde 2007. Como director artístico ha cumplido 22 años al frente de la Sinfónica de Flint (Michigan), once con la Sinfónica de Long Beach (California) y uno con la Filarmónica de Bogotá (Colombia). Fue durante 17 años director artístico de la Sinfónica Nacional de México y recibió la Medalla de Oro del Instituto Nacional de Bellas Artes de México por su trayectoria artística. En 2010 fue galardonado con el Grand Prix de l'Académie du Disque Lyrique, Francia.

Ralph Vaughan-Williams fue un músico completo, consagrado a todas las manifestaciones del espíritu inglés. Se dedicó al estudio de su folclore musical en búsqueda de una reconocible iden­tidad nacional. Ingredientes fundamentales de su estilo derivan de los madrigalistas del siglo XVI. Para la Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis se inspiró en uno de los nueve salmos, a 4 voces, escritos por un gran representante de la música inglesa del renacimiento, Thomas Tallis (1505-1585). Compuesta en 1910 para una gran orquesta de cuerdas, fue estrenada en la Catedral de Gloucester.

Las contradicciones de su época fueron el origen de la música de Gustav Mahler, así como lo fueron sus propias contradicciones que provenían de conflictos personales y culturales profundamente arraigados. La esencia de la Sinfonía Nº 7 (1904-1905) es la confrontación de clases de música ampliamente diferentes, una manifestación del conflicto entre el romanticismo agonizante de la Europa del siglo XIX y el mundo irracional del siglo XX. Esta extraordinaria yuxtaposición de opuestos no tenía precedentes en 1905. Mahler dirigió el estreno en septiembre de 1908 en Praga.

Para mayor información, puede ingresar a www.teatrocolon.org.ar.


Fuente: Martín Leopoldo Díaz