Charly García presentó la versión en vinilo de "60 x 60"
El disco (doble) es una recopilación de lo registrado en sus últimos shows en el Gran Rex, a fines del año pasado coincidiendo con sus 60 años.
El músico presentó ayer en Niceto su trabajo discográfico 60 x 60, en versión vinilo. El disco (doble) es una recopilación de lo registrado en sus últimos shows en el Gran Rex, a fines del año pasado coincidiendo con sus 60 años (Ver Una experiencia física ). Lo que faltaba, la versión vinilo, llegó rodeada de una apología del formato.
Con una hora y media de retraso, Charly apareció en el encuentro bautizado Vinylo (sic) a bordo de una limousina negra. Vestido de pies a cabeza del mismo color, con moño y sombrero, estuvo acompañado por Rosario Ortega, el Zorrito von Quintiero y el Negro García López, y escoltado en una moto por Fernando Samalea.
Un documental en blanco y negro, de diez minutos, realizado en los años ‘50 por la BBC -que se proyectó sobre el escenario- explicó el proceso de fabricación de los discos de vinilo. Enseguida, Dala, el hijo de Juanse, subió al escenario y contó un rito: “Nos juntamos en la casa de Charly a escuchar discos alrededor del aparato”, dijo. Algo que, seguramente, no sucede con la música digital.
Después, fue el turno de los DJ’s que, se apoderaron del escenario para hacer lo suyo. De traje y cada uno con su bandeja, Carlos Alfonsín, Cristian Peralta, Nico Cota y Alejandro Pont Lezica, referentes de su profesión, hicieron sonar Esos raros peinados nuevos, Influencia, Promesas sobre el bidet, Funky, Asesíname, El día que apagaron la luz mientras uno de ellos leía datos técnicos del disco de García. Entre el público estuvieron Fito Páez, Palito Ortega y Vera Spinetta.
Finalmente, a las 21.20, Charly salió al escenario e instalado en un sillón antiguo se explayó: “Estoy muy contento, en serio, por haber podido salir de una habitación chiquita y tener todo el jardín para recorrer y flores para decorar la tierra. Sobre todo, el vinilo que fue como se conoció la música”. Y ahí nomás hizo su gran oda al formato. “Es una satisfacción poder volver a hacer discos porque era un plomo ir con el CD a casa y que sonara como una milanesa napolitana. Cuando tenía 5 años, tenía un Winco y no podía creer que se escuchara, así, sin electricidad”.
Charly recordó que su primera guitarra eléctrica se la fabricó él mismo con una púa del tocadiscos y una ballenita. “El principio del vinilo es simple: tirás una nota, transmitís vibración y después se escucha prácticamente lo mismo. Recomiendo que se consigan vinilos para volver a escuchar la calidad de la música”. Antes de irse, Charly hizo sonar en el tocadiscos que llevó de su casa, Figuración, de Almendra. Y la música inundó el aire.