Dos integrantes del grupo Pussy Riot aún prófugas de la Justicia huyeron de Rusia tras la condena a prisión recibida por otras tres miembros de la banda punk por protestar contra el presidente, Vladimir Putin, en una catedral ortodoxa de Moscú, informaron fuentes cercanas al grupo.

"Dos de nuestros miembros han huido del país y están reclutando a feministas extranjeras para preparar nuevas acciones de protestas", indicó Pyotr Verzilov, marido de Nadezhda Tolokonnikova, una de las encarceladas, según informó la agencia de noticias Europa Press.

"Están en un lugar más allá del alcance de la Policía rusa. Dado que la Policía las está buscando, y van a mantener un perfil bajo", declaró Verzilov en una cuenta en la red social Twitter.

Verzilov insinuó que los integrantes se marcharon a un país sin acuerdo de extradición con Rusia. "Queda dado a entender", indicó Verzilov, tras recordar que "todavía quedan entre 12 y 14 miembros del grupo en "activos". "Se ha convertido en un gran colectivo", concluyó.

Cinco integrantes de Pussy Riot entraron en el templo ortodoxo con el rostro oculto el pasado febrero para realizar, ante la mirada atónita de los guardias de seguridad, una actuación para denunciar el apoyo de la Iglesia Ortodoxa a la campaña electoral de Putin, que entonces era primer ministro, para volver al Kremlin.

Tres de las integrantes del grupo, las jóvenes Yekaterina Samutsevich, Maria Alyokhina y Nadezhda Tolokonnikova -de 29, 24 y 22 años- fueron condenadas a dos años de cárcel por "vandalismo motivado por odio religioso" en un controvertido proceso judicial.

El caso cobró relevancia internacional y cosechó una catarata de críticas en todo el mundo, entre ellas de connotados artistas internacionales como el ex beatle Paul McCartney, Sting, Madonna, Red Hot Chilli Peppers.

También recibieron el apoyo de organizaciones de defensa de derechos humanos, como Amnistía Internacional, de intelectuales rusos como el escritor Grigori Chjartishvili, y políticos de oposición, como el excampeón del mundo de ajedrez Garry Kasparov.