Iñaki Urlezaga: "Veo que los chicos van a estudiar danza como hobby y no como vocación"
El último gran bailarín argentino analizó el motivo por el cual ya no surgen grandes figuras en el ballet argentino: "También es cierto que muchos se van al exterior", matizó.
Iñaki Urlezaga, catalogado por especialistas y público como "el último gran bailarín clásico argentino", consideró por Continental que la falta de nuevas figuras se debe a muchas razones: que sólo hay un centro de formación de calidad en el Colón, y no todo el mundo puede costearse esos estudios si se es del Interior; la cantidad de requisitos que deben reunir los estudiantes además de talento; y también un cierto "vaciamiento existencial" en los jóvenes bailarines, que hacen que no profundicen en un arte "muy arduo y muy efímero".
En El Último de la Fila, admitió que es "el último de los bailarines argentinos que quedan en el escenario. Se da algo de lo que uno a veces no es consciente. Muchas veces se da una buena educación, que el Colón sigue siendo el único lugar y no todos en el país pueden venir a estudiar al Colón. Además, tenés que encontrar a un chico o a una bailarina que tenga ganas de esforzarse, que quiera estudiar mucho y muy seriamente y que tenga condiciones, porque es una carrera muy difícil, donde el bailarín tiene que venir con un cierto prototipo físico, tener unas ciertas cualidades artísticas, una familia que acompañe al chico. El arte es muy arduo y muy efímero, y a veces por eso se ve tan poco, porque pasa muy fugaz", explicó.
También, matizó, "muchos chicos se han ido. Al no tener un tener de excelencia muy grande en los elencos estables (locales), muchos chicos se van a otros países, en general a Europa, como me he ido yo en algún momento, que me fui afuera a los 15 años con una beca y volví a los 30. Y por el otro también hay un vaciamiento existencial en los chicos que yo a veces los veo hoy en día que van a estudiar danza como por deporte, como hobby, no es como antes que es una vocación donde el chico mediante el trabajo intenso que logra ejercer de forma diaria, obtiene la excelencia que va mucho más allá del común denominador del resto de sus compañeritos. Eso lleva a que a los 18 o 20 años no haya profundizado una cierta excelencia como para que marque un rumbo nuevo en la sociedad o en la carrera", redondeó Urlezaga.