La emotiva carta que Pampita compartió a través de Twitter
La modelo publicó un escrito de su tía en homenaje a su hija Blanca Vicuña, que falleció el mes pasado. Además, el texto hace referencia al milagro de ser madre.
Carolina " Pampita " Ardohain compartió con sus seguidores a través de Twitter una carta que escribió su tía Leonor en homenaje a su hija Blanca Vicuña, que falleció el 8 de septiembre como consecuencia de una neumonía hemorrágica.
La tía de la modelo, que es psicóloga especializada en terapia holística, hace referencia en el escrito al milagro de "ser mamá" y de cómo la familia logró recuperarse de otras pérdidas.
A continuación, la carta completa que publicó en la red social Pampita :
El milagro... SER MAMÁ
"Esta reflexión es una forma de acompañar a esos Seres sensibles que saben del dolor, por experiencias, por la gran capacidad de ponerse en el lugar de ese otro dolido, que acompañan a mi querida Caro, a Benja, a Bauti, a Beltrán, y todos los demás que acompañamos a estos seres que tanta luz necesitan... Gracias.
Cierto día, cuando aún no había pasado mucho tiempo de una partida de un hijo, le pregunte a tu abuela, ¿duele mucho aún? Y ella me contestó: 'Cuando desesperadamente necesito verlo, duele mucho, pero si recorro mi recuerdos con él, es tan grande la satisfacción de haberlo tenido, de haberlo disfrutado, de haberlo sentido, de haberlo mirado, de haberlo abrazado, que agradezco a la vida, haberlo conocido'.
Y cuando esa misma vida, otra vez la volvió a devastar, sacándole otro hijo a tu papá, sacándole un segundo hijo, quitándole fuerzas, esperanzas, propósitos para vivir, otra vez la vimos caer, la vimos quebrarse de dolor.
Y quizás vos Caro, chiquita, indefensa, con esa sonrisa que tu divinidad te puso, para darnos paz, luz, y poder continuar viviendo, ella, tu abuela, una cierta tarde, sentada en el parque, solo acompañada por un cielo que aun lloraba la partida de Luis volvió a decir: 'el corazón llora, los días son largos y grises, las noches oscuras, con ese manto de imágenes atormentantes, pero igual, agradezco a la Vida haberlos conocido y perdido, antes que nunca haberlos tenido'.
Y siento, que quizás estas respuestas, que me dio en esos momentos tan duros, sean la que todos los que hayan vivido esta experiencia tan devastadora contestarían.
Y creo que, a pesar de saber que la mente es en la mayoría de los casos, la peor compañía que tenemos, ya que irrumpe sin ser invitada, trae con ella ideas erróneas, conceptos que nada tienen que ver con nuestra realidad, nos agobia con sus creencias inconscientes, arraigadas, prendidas a nuestro ser, en estos casos y en otros, agradecemos tenerla, ya que nos permite recordar, nos permite creer que todo puede ser un sueño, nos da la ilusión de creer que ella está en algún lado, disfrutando, disfrutando de sus juegos, disfrutando de sus pulseritas, de sus juguetes...disfrutando de sus amiguitas.
Y seguramente para que nuestro dolor, sea más tolerable, sólo me la imagino mirando con amor, a ella su bisabuela, a su abuelo, a tu papá rodeándola con sus brazos fuertes, tal como cuando te abrazaba a vos en medio del campo y te besaba ese cuellito dulce y vos decías '¡papá me pinchás con la barba!'.
Vaya mi amor infinito hacia vos, mi amada Caro. Hacia Benjamín, un ser adorable, que te ama, que respeta y comparte este dolor, y a esos dos principitos que harán en el tiempo y hacen hoy, un milagro, el darte fuerzas para seguir viviendo, aunque pese el día, aunque el dolor te corte al medio, aunque el corazón quiera gritar, aunque las lágrimas no te dejen ver, aunque de tus entrañas brote el aullido de dolor más fuerte que un Ser pueda sentir, la partida de un hijo, de un niño, de un ser inocente, la partida de Blanca, pero a pesar de todo esto, siempre es un honor que te hayan elegido para ser su mamá.
Igual el milagro se habrá producido y vos estarás acá, cuidando a esos tres seres, que son, que están, que necesitan tu mirada, tus mimos, tu sonrisa radiante, tu gracia, tus manos, y tu presencia. Y cuando te sientas sola, cuando sientas que Ella te falta, cuando sientas que no podés seguir, cuando sientas que no podes levantarte, cuando sientas que la vida no tiene sentido, siempre podrás mirar al cielo, y ver una nube Blanca y dirás: "Gracias pedacito de mí, gracias por guiarme y acompañarme".