A pesar de que todavía no se estipula la fecha del juicio, la fiscalía pidió ocho años de prisión para la cantautora colombiana, Shakira, y una multa de 23,8 millones de euros tras ser acusada por seis delitos contra la Hacienda Pública española. 

De acuerdo con las autoridades, la cantante del Waka Waka defraudó al fisco español por 14,5 millones de euros entre los años 2012 y 2014, simulando que no residía en España. El Ministerio de Hacienda, encargado de la propuesta y ejecución de la política del Gobierno, le reclamó la suma a Shakira al ver indicios de que en 2012 ya vivía en el país. A pesar de que estaba obligada a tributar, supuestamente ocultó ingresos mediante un entramado con sede en paraísos fiscales.

Según las leyes de España, las personas tienen un máximo de 183 días de permanencia en el país para poder tributar en otra jurisdicción. Si bien la cantante ya pagó los 14,5 millones de euros que debía, sumado con intereses, irá a juicio.

El caso se dio a conocer en el 2017 con los denominados "Paradise papers", una investigación realizada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). Los documentos revelaron que Shakira vivía en Barcelona con su ahora ex esposo, el futbolista del FC Barcelona, Gerard Piqué, y sus dos hijos, pero estaba supuestamente domiciliada en el paraíso fiscal de las Bahamas.

Asimismo, la investigación mostró que la cantante gestionaba unos 31,6 millones de euros por derechos de autor de sus canciones en dos países con ventajas fiscales, Malta y Luxemburgo.

Por parte de sus abogados, estos aseguraron de que la Shakira sí residía en las Bahamas desde el 2004, sin embargo, los años siguientes tuvo que viajar "sin parar" y que no fue hasta el 2015 que su presencia en España superó el plazo que la obliga a tributar.