(Por Laura Caragliano)

Casa antigua, pasillo al fondo. Detrás de una vieja cortina de plástico de carnicería empieza la fila. Se abren las puertas del Club Atlético Fernández Fierro, que festeja 7 años de su inauguración.

Hoy, este ex taller mecánico se ha convertido, gracias al trabajo cooperativo de sus integrantes y staff, en uno de los reductos indispensables de la música independiente de Buenos Aires. Por su escenario han pasado músicos de la talla de Jorge Fandermole, Tonolec, Martín Buscaglia, Arthur de Faria, Palo Pandolfo, el Tata Cedrón, Franco Luciani, El Arranque, 34 Puñaladas, La Chicana, Puente Celeste, solo por nombrar a algunos.

Mesas simulando un bar y sillas de todos los modelos y de todas las formas como si fuera un conjunto de donaciones de todos los vecinos del barrio de Balvanera.

Una barra a la izquierda y un escenario de frente.

Luces rojas, mucho negro en el escenario. Si tuviera que asociar los colores de la estética del show a una escuela de arte, diría tenebrismo.

La orquesta Fernández Fierro ya está en acción.

La banda fue creada en el año 2001, tiene la onda de la Bersuit Vergarabat, por nombrar a una banda de la actualidad, pero se dedica al tango. Varias veces nominados a los Premios Gardel, sus discos fueron elegidos como los mejores del 2006 ( Mucha Mierda) y del 2009 (Fernández Fierro) por edición argentina de la revista Rolling Stone.

Se destacan también por el inédito proyecto colectivo que llevan adelante: el grupo se organiza en forma cooperativa, edita sus discos de manera independiente, lleva adelante su propia radio on-line (www.radiocaff.com.ar) y administra su propio club.

“Increíble que un rasta con borcegos toque el fuelle con tanto entusiasmo”, tal vez pensaría la prejuiciosa de mi abuela.
Un cantante que en cada tema aparece en escena con un objeto raro. Primero un casco de motocicleta y después con un paragüas de colores, por nombrar algo.

Músicos con lentes negros, jóvenes en remeras y jeans. Nada menos parecido a una orquesta típica de tango. Pero no por eso con menos fuerza, ni menos pasión.
Un estilo fuerte, violento pero único.

Conservadores del tango abstenerse.