Marilyn Monroe: 53 años de su muerte
A los 36 años falleció esta mujer, ícono del cine y el teatro estadounidense. Repasamos su historia y sus recordadas frases.
Diosa sexual del siglo XX, y de la posteridad también, poeta callejera -como la definió Henry Miller-, Marilyn fue más que una rubia platinada que le cantaba el cumpleaños feliz al presidente John F. Kennedy.
La vida de esta gloria de Hollywood, fallecida el 5 de agosto de 1962, a los 36 años, estuvo marcada por la tragedia: sufrió de abuso sexual cuando era una niña. Su abuelo y su madre pasaron por una institución mental. Su tío se suicidó y su padre murió en un accidente de motocicleta, cuando la futura diva tenía 3 años.
Nacida el primero de junio de 1926 en Los Angeles, su verdadero nombre era Norma Jean Mortenson, aunque más tarde usaría el apellido de su madre, Baker, con el que llegaría a ser famosa en Hollywood, aunque nunca tan bien pagada como Elizabeth Taylor u otras actrices.
Quizá el escritor Truman Capote, que fue su amigo y confidente, la retrató mejor que nadie en su relato “Una hermosa niña”, publicado en su libro “Música para camaleones”.
Capote cuenta que por consejo suyo Marilyn era protegida de la veterana actriz Constante Collier, quien le dijo que para ella no era un actriz, "en absoluto, en el sentido tradicional".
"Lo que ella tiene, esa presencia, esa luminosidad, esa inteligencia deslumbrante nunca podría salir a relucir en el escenario. Es algo tan frágil, tan sutil, que sólo la cámara puede captarlo. Es como un colibrí en vuelo: sólo la cámara puede congelar su poesía”, dijo Collier sobre Marilyn, según Capote.
La reciente película “Una semana con Marilyn”, interpretada por Michelle Williams, basada en una visita que hizo Monroe a Londres en 1957 para filmar “El príncipe y la corista”, con Laurence Oliver, parece recordar más a la estrella por sus problemas fuera de la pantalla que dentro de ella.
La rubia más famosa logró su primer protagónico en “La jungla de asfalto”, dirigida por John Huston en 1951, donde interpreta a Angela, la amante de un abogado mafioso. Y en 1953 actuó en “Los caballeros las prefieren rubias”, cantando “Los diamantes son los mejores amigos de una chica”.
También ganó fama mundial por su papel en la películas “La comezón del séptimo año" (1955) -donde su vestido blanco se levanta impulsado por la brisa que sale de la alcantarilla del subte de Nueva York- y en “Una Eva y dos Adanes” (1959), comedia en la que comparte cartel con Jack Lemmon y Tony Curtis.
Según el diario The New York Times, algunas personas se burlaban de las aspiraciones de Marilyn de convertirse en una actriz seria, señalando que si esa era realmente su meta artística debería haber estudiado con Lee Strasberg, un profesor y director de teatro famoso en aquellos años.
Sin embargo, sus defensores opinan que su talento fue subestimado por quienes la veían solamente como una “bomba sexual” de la época.
Marilyn tuvo tres matrimonios, dos de ellos con dos hombres famosos de Estados Unidos: el beisbolista Joe Di Maggio (nueve meses) y el celebrado dramaturgo y Premio Pulitzer, Henry Miller, con quien estuvo casada cuatro años.
Su demora en presentarse a actuar y sus enfermedades adictivas agregaron cerca de un millón de dólares al presupuesto de “La adorable pecadora” (1961), con Yves Montand, del director George Cukor.
El 8 de junio de 1962 fue despedida por 20th Century Fox después de ausentarse durante siete semanas de la filmación de la película “Something´s Got to Give”, que filmaba con Dean Martinn, Cyd Charisse, también bajo la dirección de Cukor.
Numerosas biografías vinculan sentimentalmente a Marilyn con el asesinado presidente John F. Kennedy y con su hermano Robert, ex secretario de Justicia de Estados Unidos.
El 29 de mayo de 1962, Marilyn le cantó el "Cumpleaños feliz" al presidente Kennedy -que cumplía 45 años-, durante una velada a la que asistieron 15.000 personas en el Madison Square Garden en Nueva York.
En su novela de ficción sobre Marilyn, la renombrada escritora Joyce Carol Oates señala que la actriz estaba “tan borracha que el risueño presentador tuvo que ir a buscarla entre bambalinas”. Oates dice que Kennedy observaba a la actriz, "arrellanado en un sillón, con los pies en alto, sobre la barandilla, con un puro (un cubano de la mejor marca) entre los dientes”.
También destaca que Monroe consiguió terminar “no uno sino dos precarios estribillos del Cumpleaños feliz, bajo la atenta mirada la multitud que la observaba como observaría a un equilibrista con un repentino ataque de vértigo sobre la cuerda floja, esperando que cayese”.
Desde que fue hallada muerta el 5 de agosto de 1962, por exceso de pastillas para dormir, se generaron todo tipo de teorías sobre su fallecimiento, incluida la sospecha de que podría haber sido asesinada por agentes de la Agencia Federal de Investigaciones (FBI), debido a que sabía demasiados secretos sobre los Kennedy.
En su autobiografía “Vueltas al tiempo”, Miller señala que “para sobrevivir (Marilyn) habría tenido que ser más cínica o haber estado más lejos de la realidad. Marilyn, por el contrario, fue una poeta callejera que había querido recitar sus versos ante una multitud ávida de arrancarle la ropa (…)”.
Miller, sin embargo, la retrata como una mujer inteligente que en aquellos años leía el monumental "Ulises", del escritor irlandés James Joyce, o "La caída" del argelino-francés Albert Camus.
Es cierto que Ingrid Bergman o Greta Garbo eran consideradas mejores actrices que Marilyn, pero ninguna de ellas se convirtió en un mito universal como la rubia del vestido blanco de Nueva York, quien, a medio siglo de su muerte, sigue seduciendo al mundo.