Se estrenó el “Colón-Ring” en homenaje a Wagner
El homenaje al gran compositor alemán reduce a la mitad las 14 horas de la tetralogía operística "El Anillo del Nibelungo". Para el crítico musical Diego Fischerman, la puesta "no era ni necesaria ni deseable", aunque fue resuelta "airosamente".
Se estrenó la versión abreviada de la tetralogía wagneriana “El Anillo del Nibelungo”, conocida como “Colón-Ring”. La obra, originalmente de catorce horas de duración, fue reducida a siete con una puesta audaz de una de las obras más controvertidas de la ópera.
El director de la adaptación musical, el alemán Cord Garben, no agregó una sola nota agregada a la partitura; más bien, los puentes musicales entre los segmentos se conciliaron con compases de la propia obra.
Si bien Garben había dicho que las partes desechadas de la tetralogía eran más bien “las reflexiones filosóficas”, y que la trama argumental “se mantenía inalterable”, algunas escenas, como la aparición de las nornas que abre “El ocaso de los dioses” y la “Wotan-Wanderer” desaparecieron, al igual que algunos personajes, como Erda.
En tanto, el montaje de la argentina Valentina Carrasco, del equipo de La Fura del Baus, mantuvo un sesgo de crudeza y una impronta local indisimulable, con un subtexto alusivo a la dictadura militar y algunas imágenes contemporáneas como parangón de la figura del héroe Sigfrido.
Fue destacable la calidad de los solistas, en el marco de una sesión que duró de 14.30 a 23.15 (contando tres horas de intermedios). Entre ellas, se cuenta la soprano estadounidense Linda Watson (Brunnhilde), de notable dúo con el ruso Leonid Zakhozhaev en el final de “Sigfrido”.
Por Continental, el crítico musical Diego Fischerman señaló que “Wagner es muy difícil de resumir. Es como si un arquero se hubiera obligado a atajar con una sola mano y se destacara por recibir sólo cinco goles. Paradójicamente, fue una puesta muy buena que demostró la imposibilidad de hacer algo así con Wagner”, graficó.
“La música fue bella y estuvo cantada como los dioses, y yo no escuché nunca cantantes wagnerianos tan buenos como los de ayer. Para un oyente neófito, la experiencia sigue siendo maravillosa”, matizó en La Mañana.
Sin embargo, concluyó, “esta puesta no era ni necesaria ni deseable. Creo que fue un buzón que se compró la dirección del Colón, que después resuelve airosamente, pero que no debería haber tenido”.
El “Colón Ring” volverá a escena, por última vez en este año, el viernes desde las 14.30.