Alejandro Romano es un argentino que vive en las afueras de Quito, en una empresa nacional con sucursal en Ecuador. “Esto fue realmente sorpresivo”, aseguró en Bravo.Continental.

El hombre relató que “el problema principal está en Quito, mi hijo trabaja allí. Él retornó a la casa sin problema; los negocios están cerrados por falta de seguridad. Nuestros camiones de reparto están regresando a la fábrica por el mismo motivo”.

“Vivo aquí por trabajo, para una empresa argentina”, dijo Romano.

“El presidente está en el Hospital de la policía. Hay muchas calles cortadas”, agregó el argentino.