Un nutrido grupo de manifestantes protestaron este miércoles en Puerta del Sol en contra del financiamiento de la visita del Papa Benedicto XVI a España pero allí se toparon con cientos de peregrinos que esperan la llegada del Sumo Pontífice. El cruce provocó varios incidentes teñidos de violencia.

En el marco de una profunda crisis socioeconómica que vive el país ibérico, la protesta fue convocada por más de un centenar de asociaciones laicas, cristianas progresistas, ateas, de izquierdas y de homosexuales y los manifestantes recorrieron el centro de la capital con lemas como “Dios sí, Iglesia no”, “No con mis impuestos” o “Esta no es la juventud del Papa”.

El religioso tiene previsto visitar España a partir de este jueves para presidir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y cientos de fieles y seguidores católicos aguardan su arribo en la plaza principal.

El clima se enrareció a partir de la detención el último martes de un fundamentalista cristiano, estudiante de química mexicano, que presuntamente planeaba un atentado.

Los lemas más escuchados durante la protesta que se desarrolló en La Puerta del Sol eran “Menos Crucifijos, más trabajos fijos” o “menos religión y más educación”.

Aunque los “indignados” o el movimiento 15-M no convocaron la protesta también participó de ella, cuyo tono se elevó al llegar a la Puerta del Sol. “No es del Papa esa plaza”, corearon.

Según los convocantes de la protesta, las administraciones estatal, regional y local gastaron unos 100 millones de euros en las JMJ y la visita del Papa en seguridad, alojamientos gratuitos en colegios y polideportivos públicos, y la creación de un pase de metro rebajado, poco después de anunciar una subida del precio del billete del suburbano de 1 a 1,5 euros.

Po su parte, desde la JMJ insisten en que los 50 millones que cuesta el evento vienen en un 80 por ciento de los propios peregrinos, que deben pagar, y el resto de patrocinios de grandes empresas y alegan que supondrá unos beneficios de 100 millones de euros.