El director de la prisión afgana de la que se fugaron recientemente casi 500 talibanes fue detenido bajo sospecha de colaboración en el hecho, según anunció el viceministro de Justicia Mohammad Kasim Hashimsai, quien precisó que, contra el general Ghulam Dastiger Mayar y otros trabajadores del centro penitenciario, "pesa la sospecha de haber ayudado a huir a los insurgentes".

El pasado lunes, 487 insurgentes protagonizaron una espectacular fuga de la cárcel de Sarposa a través de un túnel de 320 metros de longitud. Al menos 70 de ellos fueron apresados de nuevo, según datos oficiales, y los restantes continúan fugados. Dos de ellos fueron abatidos poco después de su huida, cuando opusieron resistencia a ser detenidos.

Según indicó el ministro de Justicia, Habibullah Ghaleb, la fuga no podría haberse efectuado sin la ayuda de cómplices desde dentro de la prisión. El portavoz de las Fuerzas Internacionales de Asistencia a la Seguridad (ISAF), el general alemán Josef Blotz, consideró que la fuga masiva "no pondrá en riesgo" los éxitos militares cosechados en los últimos meses.