El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, afirmó que está dispuesto a suspender su programa de enriquecimiento de uranio si las potencias occidentales lo proveen del combustible necesario para alimentar un reactor nuclear con fines pacíficos.

"Tomaremos en consideración la posibilidad de detener el enriquecimiento de uranio sólo cuando dispongamos del combustible nuclear", dijo Ahmadinejad en una rueda de prensa.

En mayo pasado, con una declaración firmada junto a Turquía y Brasil, Teherán se comprometió a aceptar un intercambio con el exterior en base al cual entregaría buena parte de su uranio enriquecido al 3,5% a cambio de combustible enriquecido al 20%.

Sin embargo, este plan fue rechazado por Estados Unidos y sus socios europeos, seis meses después de que Teherán se negara a llevar adelante un acuerdo similar con Francia y Rusia.

Ayer, el presidente iraní había informado que "un representante de Irán puede reunirse en octubre con uno de los miembros del Grupo de los Seis".

Desde 2003, el Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia) y Alemania, de los Seis, y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) exigen a Irán detener los trabajos de enriquecimiento de uranio.

Estas declaraciones hacia la diplomacia fueron precedidas por un duro choque con el mandatario norteamericano, Barack Obama, quien había calificado de "repulsivas y odiosas" las declaraciones de su par iraní.

Ahmadineyad había afirmado, en la Asamblea General de las Naciones Unidas -el jueves- que hay "segmentos" estadounidenses cómplices de los atentados del 11-S contra las Torres Gemelas y el Pentágono.