Fue un escape de gas en un restaurante la causa del poderoso estallido que causó al menos tres muertos y diecisiete heridos en Rio do Janeiro, Brasil. Lo confirmó el coronel Lima Castro, de la Guardia Municipal.

La fachada del edificio Riqueza, de siete pisos, resultó destruida, y al menos cuatro plantas fueron afectadas, así como un kiosco de revistas y los árboles circundantes.

CEG, la empresa de distribución de gas en Río de Janeiro envió un equipo al sitio para eliminar cualquier peligro.

Las autoridades locales alertaron del riesgo de derrumbe del inmueble y las calles colindantes fueron cerradas al tráfico. Varios establecimientos próximos resultaron afectados.