Bachelet y Matthei eligieron evitar la confrontación
Las candidatas rediseñaron sus campañas para el ballottage y les dieron espacio a las figuras jóvenes.
Cuando faltan 26 días para el ballottage que definirá a la sucesora del presidente Sebastián Piñera, las candidatas Michelle Bachelet y Evelyn Matthei dieron indicios sobre sus estrategias de campaña, que evitarán la confrontación directa entre ambas, en procura de los votos necesarios para imponerse en la definición del 15 de diciembre.
Considerado el ballottage menos competitivo desde el regreso de la democracia, la clase política y los analistas chilenos no tienen dos opiniones: el favoritismo de la ex presidenta es inalcanzable para la ex ministra de Trabajo.
"Es muy difícil que haya un resultado distinto de una victoria de Bachelet. Matthei tiene mucho menos espacio. Es bastante improbable que pueda hacer algo significativo, pero al menos tiene un mes para intentarlo", dijo el analista político Patricio Navia.
Tanto la candidata oficialista como la opositora optaron también por rediseñar sus comandos con la integración de nuevos personajes, muchos de ellos jóvenes, que consiguieron ser elegidos en sus respectivas apuestas parlamentarias.
Bachelet, que intensificó su trabajo en Santiago, estuvo ayer en la comuna de Independencia, donde fue acompañada por tres flamantes diputadas: las ex líderes estudiantiles comunistas Camila Vallejo y Karol Cariola, además de la nieta del ex presidente Salvador Allende Maya Fernández. "Estas mujeres son una representación concreta de los cambios. La Nueva Mayoría somos todos (?) En la próxima elección vamos a decidir entre dos tipos de país: el del continuismo y otro que cree que se pueden hacer cambios profundos de manera responsable (?) no ofrecemos recetas mágicas ni usaremos el miedo para descalificar a nadie", dijo Bachelet.
En el comando oficialista, en tanto, existe un controlado optimismo de conseguir dar el batacazo.
La tarea de Matthei es "dificilísima, pero no imposible", explicó un miembro de su equipo a la nacion. Para ello, agregó, la ex ministra deberá acortar la brecha de casi un millón y medio de votos (poco más del 21%) que la separó de la ex presidenta el domingo pasado.
Así, ambas candidaturas buscarán los preciados votos de centro y la adhesión de los más de seis millones de votantes que no asistieron a las urnas bajo la nueva modalidad de voto voluntario.
En el caso de Matthei, ya se concluyó que sus ataques al independiente Franco Parisi en primera vuelta tuvieron un costo difícil de revertir. Por esta razón, revelaron a la nacion en su comando, la candidata bajará sus impetuosos decibeles con un discurso menos agresivo y más cercano al centro político.
"Vamos a convocar a los que votaron por Bachelet y especialmente a los que no votaron", adelantó el hasta ayer jefe de campaña de Matthei, el también ex ministro Joaquín Lavín, que por la tarde renunció a sus funciones.
La decisión, tomada por el comité estratégico de la campaña de Matthei, determinó delegar la jefatura de campaña en políticos jóvenes de las tres fuerzas que soportan la Alianza: por la Unión Demócrata Independiente (UDI) el alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado; por Renovación Nacional (RN), la reelegida diputada Karla Rubilar, y el nuevo diputado independiente del movimiento Evópoli, Felipe Kast.
"La segunda vuelta es una segunda oportunidad", precisó Delgado, flanqueado por numerosos rostros de diputados jóvenes que apoyarán la campaña. "Queremos hablarles a todos los chilenos que no fueron a votar que creen que podemos avanzar como país", completó Rubilar.
Asimismo, aumenta la importancia de los más de 720.000 votos alcanzados por el líder progresista Marco Enríquez-Ominami, y los 665.000 sufragios de Parisi.
Precisamente, este último, asociado a un nicho de votantes de centroderecha, volvió a descartar ayer cualquier acuerdo para apoyar a Matthei, tal como lo hizo la misma noche de las elecciones.
"Que la derecha matonesca deje de especular con nuestros apoyos. No votaremos en segunda vuelta y menos por la Matthei. Los votos son de la gente", dijo Parisi.
Enríquez-Ominami, por su parte, llamó a no votar por ninguna de las dos candidatas y a marcar la papeleta con la leyenda "AC", en referencia a la necesidad de una Asamblea Constituyente.