La Policía de Baréin abrió fuego hoy y lanzó gases lacrimógenos contra manifestantes que marchaban hacia el centro de la capital, apenas dos días después de que la monarquía levantara un estado de sitio impuesto en medio de una ola de protestas.

Los manifestantes marchaban hacia la céntrica e icónica Plaza de la Perla, el epicentro de las protestas protagonizadas en los primeros meses del año por la mayoría chiita de este país del Golfo Pérsico contra la familia real sunnita, que está en el poder desde hace más de 200 años. Al parecer, no hubo víctimas.

El gobierno retiró los tanques y tropas que habían sido desplegados en el centro de la capital durante la vigencia de las medidas de excepción, pero advirtió que mantendrá la presión sobre los disidentes luego de que la oposición llamara a regresar a las calles para retomar las protestas.

Horas después de la represión, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) decidió reprogramar el Gran Premio de Bahréin para el 30 de octubre y no suspender del todo el mayor evento internacional del reino, que debía abrir la temporada, en marzo, pero fue aplazado por la crisis política. La carrera es el acontecimiento mundial más redituable para Bahréin desde 2004, cuando el reino se convirtió en el primer país árabe en realizar un Gran Premio de Fórmula Uno.