Silvio Berlusconi está pensándose dar el paso atrás que desde hace meses le pide la calle y la oposición. El detonante, la reforma de las pensiones. El pasado domingo, durante la cumbre de Bruselas, Angela Merkel y Nikolas Sarkozy le exigieron la aprobación de una serie de medidas urgentes entre las que destacaba el tantas veces aplazado retraso de la jubilación de 65 a 67 años. El primer ministro convocó ayer a su Gobierno para que le diera luz verde, pero los miembros de la Liga Norte se opusieron de forma tajante. Su líder, Umberto Bossi, acaba de reconocer que "la situación es grave" y que "hay peligro de crisis", lo que se traduce en un riesgo real de ruptura entre los socios de Gobierno.


Il Cavaliere levantó la sesión sin acuerdo y organizó una cena en el Palacio Chigi con Umberto Bossi, líder de la Liga, dos ministros de esa formación -Roberto Maroni, de Interior, y Roberto Calderoli, de la Simplificación Administrativa- y Giulio Tremonti, ministro de Economía, miembro del partido de Berlusconi (PDL), pero afín a Bossi. El primer ministro intentó convencerlos de que Italia no puede ir mañana a la cumbre de Bruselas con las manos vacías, pero sus intentos resultaron baldíos. Los periódicos italianos ponen en boca de Il Cavaliere una frase que hasta ahora jamás había sido pronunciada: "Esta vez podría dar el paso atrás".

Dar el paso atrás podría pasar -todo el mundo se mueve esta mañana en Italia en la tierra movediza de las especulaciones- por la convocatoria anticipada de elecciones o por el encargo a Gianni Letta -el número dos del Gobierno- o a Renato Schifani -presidente del Senado, del PDL-, una especie de gobierno técnico con hombres de consenso que sí puedan encontrar un mayor respaldo parlamentario. O que, al menos, no susciten el rechazo irreparable que ya provoca Berlusconi. No obstante, el propio Bossi ha advertido hoy de que en el caso de que el actual gabinete caiga, no queda otra salida que las elecciones.

"Puedo negociar -elevar la jubilación desde los 65 años actuales-, pero hasta los 67 años no puedo llegar. No puedo tocar las pensiones que están en su sitio y llevarlas hasta los 67 años para agradar a los alemanes", ha avanzado Bossi, quien ha asegurado que no tiene previsto reunirse con Berlusconi en las próximas horas y solo pretende esperar a ver qué propuestas le hacen.



Fuente Diario El Pais