En Chile, suman ochocientos setenta y cuatro los detenidos y decenas los heridos (entre ellos, noventa policías) tras la protesta estudiantil en reclamo de la gratuidad del sistema educativo. Las manifestaciones, que se realizaron en Santiago y otras doce ciudades, movilizaron a miles de personas. Después de las marchas a la mañana y a la tarde, la noche de Santiago vivió el cacerolazo más fuerte desde la dictadura de Augusto Pinochet.

Antes, estudiantes habían tomado la sede del canal Chilevisión, donde exigieron “salir al aire sin ser editados” y grabaron una declaración que sería difundida este viernes. Una de las mayores quejas de los manifestantes pasa por lo que juzgan “desinformación” de parte de los medios de comunicación tradicionales.

En este contexto, la confederación que nuclea a los estudiantes le dio una semana de plazo a Sebastián Piñera para que responda a sus demandas. De no conseguir su cometido, prometen marchas más fuertes y convocantes, informó por Continental Leonardo Honores, periodista de ADN Chile.