En el segundo día del paro general en reclamo de educación pública y gratuita en Chile, fue asesinado un niño de catorce años.

Manuel Gutiérrez Reinoso recibió un disparo en el pecho efectuado por carabineros mientras transitaba con su hermano y un amigo por Santiago durante las manifestaciones. Lo trasladaron de urgencia al Servicio de Urgencia de Ñuñoa, pero murió casi enseguida.

Whashington Lizana, abogado de Defensoría Popular, no descartó “acciones judiciales” contra los responsables del asesinato.

Además, Mario Parraguez Pinto, estudiante de dieciocho años, recibió una bala en un ojo que ingresó en su cerebro, dejándolo en una situación desesperante. Participaba de una barricada en el norte de la capital trasandina.