Comenzó la Caravana Sudamérica 43, por los estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa
Julio César González, padre de Manuel, una de las víctimas, acusó a Peña Nieto de presidir un gobierno nacional "que está aliado con el narcotráfico" y de "no tener palabra".
Familiares de estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa, México, comenzaron en Córdoba con la “Caravana Sudamérica 43”, en reclamo de la aparición con vida del contingente estudiantil secuestrado en septiembre último. Las calles del centro de Córdoba fueron testigo anoche de la marcha en la que participaron, entre otros, representantes de la Federación de Organizaciones de Base (FOB), del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) y la Mesa de la Comisión Permanente de los Derechos Humanos, para “acompañar a los hermanos mexicanos en dar a conocer la realidad”, según proclamaron.
Julio César González, padre de César Manuel, uno de los jóvenes desaparecidos, dijo a Télam: “No estamos reclamando nada, venimos a informales lo que es la realidad en el estado mexicano, todos están pensando que nuestros hijos fueron asesinados y calcinados, pero no es verdad, porque afortunadamente científicamente no tenemos nada cierto de eso. Los 'compas' de acá fueron los que nos trajeron a Córdoba, por intermedio de una invitación especial que nos hicieron para que asistiéramos algunos padres”, manifestó, y agregó que el objetivo de esta caravana es “informar la realidad de los hechos de lo que ha acontecido en Iguala”.
El episodio ocurrió el 26 de septiembre de 2014, cuando un grupo de policías mexicanos dispararon contra decenas de alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa (dedicada a la formación de maestros), por órdenes del entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, que dejaron seis personas muertas y otras 25 heridas. Los policías capturaron luego a 43 alumnos y los entregaron al cártel Guerreros Unidos porque, al parecer, los confundieron con integrantes de un grupo rival. Para la justicia mexicana, los integrantes de Guerreros Unidos asesinaron a los estudiantes e incineraron sus restos en un basural del vecino municipio de Cocula, pero sólo uno de los jóvenes pudo ser reconocido por los estudios de ADN.