Cómo será la readaptación de los mineros a la superficie
La Vuelta / El biólogo de la Universidad de Quilmes e investigador del Conicet, Diego Golombek, explicó que en estas circunstancias “se altera muchísimo el ciclo del sueño y también el registro del tiempo”. Además, aseguró que les llevará “probablemente varias semanas” a estos hombres acostumbrar sus ojos a la luz pero confió en una rápida recuperación por la cuestión “emocional” que los espera afuera.
En el marco del rescate de los 33 mineros de Copiapó, en Chile, el biólogo de la Universidad de Quilmes e investigador del Conicet, Diego Golombek, explicó en qué consistirá la reinserción en la cotidianeidad de esos hombres cuando alcancen la superficie.
La Cronobiología. “Es el tiempo del lado de adentro. Esta es una experiencia muy extrema porque ese trabajo es muy extremo; no todos los regímenes son de los que van unas horas y vuelven. En la mayoría de los casos, estos hombres se quedan varios días en la mina, con un régimen muy particular de sueño-vigilia”, señaló.
“No hay ningún antecedente de un grupo de gente encerrada tanto tiempo en la profundidad pero sí hay antecedentes experimentales de gente viviendo en cuevas hasta tres o cuatro meses y la pasan mal”, afirmó el investigador.
En estas circunstancias, explicó, “en principio, se altera muchísimo el ciclo del sueño y también el registro del tiempo: los días duran mucho más para estas personas. Hasta que tuvieron contacto con el mundo externo, estos mineros tuvieron una vida distinta. Además, después de tantos días, la retina sufre un cambio muy profundo. Por eso utilizarán durante un tiempo anteojos oscuros; probablemente tarden varias semanas en recuperar la visión normal”.
Analogía con la adaptación de un bebé. “Los bebés ya tienen señales de la mamá sobre el día y la noche desde la gestación. Cuando nacen, los bebés tienen una mínima estructura diaria y hacia los siete meses de vida se establece el patrón de dormir de noche y estar en vigilia de día”, detalló Golombek.
“En el caso de los astronautas la situación más comparable es con los que van a vivir en la estación espacial”, sostuvo.
En ese sentido, advirtió que “la privación de sueño es grave si es crónica. Son personas que están más irritables, se equivocan más, tienen más accidentes y se enferman muy gravemente. Si a una rata de laboratorio no la dejás dormir durante diez días se muere, lo mismo que si no come. Dormir bien es tan vital como comer.
En la mina. “Hay que tener en cuenta que el reloj biológico de cada una de estas personas puede ser ligeramente diferente, por eso hay que tener una buena cohesión de grupo”, dijo.
“Está el asunto de la humedad, la alimentación…yo creo que cuestión emocional a su salida será tan fuerte que la recuperación será satisfactoria”, remarcó.