Un comando armado de Israel tomó hoy una de las naves de la denominada “Flotilla de la libertad”, que traslada ayuda de cientos de activistas propalestinos hacia el oriente del Mediterráneo.

Se asegura que al menos diez personas fueron muertas durante el ataque y más de setenta resultaron heridas, aunque algunas versiones hablan de catorce y hasta de diecinueve asesinados.

Según la portavoz de la organización "Free Gaza" en Larnaca, capital de la República Turca de Chipre, Audrey Bomse, “en el momento del abordaje la embarcación se encontraba claramente en aguas internacionales”.

Los organizadores de “Free Gaza” acusan al comando de haber disparado contra pasajeros desarmados. Según el Ejército israelí, "hubo resistencia" de los militantes.

La flotilla, manejada por más de setecientas personas de las más diversas nacionalidades y profesiones, traslada unas diez mil toneladas de ayuda humanitaria directamente a la Franja de Gaza, pero el Estado israelí mantiene aislado el territorio palestino desde la asunción en el gobierno de los guerrilleros de Hamás (hace tres años).

En cambio, Israel había ofrecido a los activistas dirigirse al puerto de Ashdod.

El líder de Hamás, Ismail Haniya, exigió a los palestinos que protagonicen manifestaciones para responder a lo que calificó como “ataque salvaje” y “crimen de piratería sionista”.

El brazo armado de la Yihad islámica en Palestina ya amenazó con atentados.

El secretario de Estado de la Unión Europea condenó el ataque israelí. Diego López Garrido dijo que “se trata de un hecho gravísimo” y anticipó que le reclamaría “explicaciones” al embajador de ese país.

También España condenó la agresión a la flota humanitaria. El presidente del Gobierno español calificó de “gravísimo” lo sucedido.

Anticipó José Luis Rodríguez Zapatero que “aún no sabe la suerte de los tres voluntarios” de su país en la misión.

Turquía ya retiró su embajador en Israel y anticipó que esto puede traer “consecuencias irreparables”, porque entre las víctimas hay muchísimos voluntarios turcos.