Decenas de muertos en Nigeria por ataques de Boko Haram
En Maiduguri, capital de Borno y bastión de Boko Haram, dos mujeres se inmolaron con explosivos en un mercado y al menos 35 personas fallecieron.
Una serie de ataques atribuidos al grupo islamista Boko Haram, incluyendo un atentado suicida cometido por dos mujeres, causó hoy decenas de muertos en varias ciudades del noreste de Nigeria, una de las zonas más castigadas por la violencia de la milicia que pretende instaurar un Estado islámico en el país africano.
En Maiduguri, capital del estado de Borno y bastión de Boko Haram, dos mujeres se inmolaron con explosivos en un mercado con minutos de diferencia entre sí, y al menos 35 personas murieron alcanzadas por los estallidos, informaron fuentes de seguridad.
El primero causó la muerte cinco personas, mientras que el segundo ocurrió sólo unos minutos después y mató a al menos 30, dijeron las fuentes.
Según testigos, la segunda suicida esperó a que las personas presentes en el mercado acudieran a socorrer a los heridos de la primera explosión para hacer estallar su carga.
Las detonaciones pudieron oírse en toda la ciudad, una población especialmente castigada por la violencia de Boko Haram.
Ningún grupo reivindicó el atentado, pero las fuentes dijeron que las sospechas recaen en esa secta islamista.
Fuentes de las fuerzas de seguridad nigerianas admitieron que la cifra de víctimas fatales podría elevarse durante las próximas horas, ya que había decenas de heridos graves.
"No podemos decir la cifra exacta por ahora, porque incluso antes de nuestra llegada aquí algunos de los cadáveres había sido ya retirados y otros están tan destrozados que es imposible reconocerlos", dijo el portavoz de las patrullas de vigilancia ciudadana, Abba Aji Kalli.
Se trata del sexto atentado grave que la capital del estado de Borno sufre durante este año, en el que ya superó las 200 muertes por ataques extremistas.
Además del atentado de hoy, otros dos fueron perpetrados los pasados enero y julio en concurridos mercados callejeros -espacios que se han convertido en un objetivo frecuente de Boko Haram- y en ellos fallecieron un total de 27 personas.
Del resto, el más grave ocurrió el 2 de marzo pasado, cuando más de 100 personas murieron en dos explosiones sucesivas en un local de apuestas de la ciudad.
El método fue similar al de hoy: la segunda detonación se produjo cuando los equipos de rescate trataban de atender a los heridos de la primera explosión.
Mientras se producían estos ataques en la capital de Borno, un grupo de combatientes de Boko Haram atacó dos ciudades del mismo estado, Damasak y Ashigarchi, y mató a al menos 50 residentes.
Los ataques ocurrieron a primera hora de la mañana en estas localidades situadas muy cerca de la frontera con Níger.
De acuerdo al relato de algunos testigos, al menos 50 personas murieron en Damasak, donde cientos de insurgentes armados con motocicletas y vehículos atacaron a los residentes y quemaron casas, negocios y puestos de seguridad.
"Creo que nuestra ciudad es la más afectada, porque está muy poblada. (Los insurgentes) entraron y empezaron a disparar contra cualquier persona o cosa que tenían a la vista. Había gente muriendo por todas partes. Fue terrible", contó Dauda Saidu, residente de Damasak, en una llamada telefónica.
Boko Haram, cuyo nombre significa en lenguas locales "La educación no islámica es pecado", mantiene una sanguinaria campaña en Nigeria, el país más poblado y rico de África, que ya le costó la vida a más de 3.000 personas en lo que va de año.
Los estados norteños de Borno, Yobe y Adamawa, las zonas más golpeada por Boko Haram, se encontraban en estado de emergencia hasta la semana pasada, cuando el Parlamento nigeriano decidió no prolongar esta medida que en los últimos 18 meses no logró frenar la violencia de la milicia islamista.
Boko Haram, que mantiene secuestradas a más de 200 chicas desde abril pasado, mató a 12.000 personas e hirió a otras 8.000 en los últimos cinco años, según las autoridades nigerianas.
En octubre pasado, el gobierno del presidente Goodluck Jonathan anunció públicamente que había llegado a un acuerdo de paz con Boko Haram, pacto que incluía la liberación de las chicas, pero que fue desmentido por el líder del grupo islamista, Abubakar Shekau.
Poco después, el Ejército aseguró que Shekau había sido abatido en una operación militar.
Sin embargo, el líder islamista grabó y difundió un video confirmando que estaba vivo y asegurando que "el asunto" de las chicas "ya estaba olvidado" porque habían sido casadas.
Pese a que los hechos desmienten el acuerdo de alto el fuego y liberación de las chicas secuestradas, y que como consecuencia la indignación entre la población aumenta, el presidente nigeriano anunció este mes que buscará su reelección en los comicios generales de febrero próximo.