La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó que su gobierno tiene "inmensa preocupación" por la marcha de la inflación y aseguró que mantendrá "un combate cerrado" al aumento de precios. "Tenemos inmensa preocupación con la inflación. No existe la posibilidad de que el Gobierno se desmovilice frente a la inflación, toda nuestra atención va a estar puesta en un combate cerrado", aseveró.
 
La jefa de Estado emitió estas declaraciones luego de que analistas y operadores del mercado brasileño pronosticaran que la inflación crecerá al 6,34 por ciento en 2011 pese a que el Banco Central incrementó las tasas de interés al 12 por ciento para controlar el aumento de precios.

La mandataria preveía en este sentido para este lunes una nueva reunión de trabajo con el ministro de Hacienda, Guido Mantega, que generó particular expectativa luego de que el funcionario dijera la semana pasada que nuevas medidas podrían ser anunciadas para contener el alza de la inflación y la valorización del real.