Egipto: un muerto durante enfrentamientos entre civiles pro y anti Mursi
La semana pasada, el presidente egipcio se otorgó por decreto la suma del poder público, para evadir las constantes trabas impuestas por el régimen judicial heredado de Mubarak, lo que generó la reacción de importantes sectores de la sociedad en contra de una posible "nueva dictadura".
Un joven de 15 años seguidor de los Hermanos Musulmanes ha muerto, y otras sesenta personas resultaron heridas, durante el asalto a una sede de la cofradía islámica en la localidad de Damanhur, en el norte de Egipto, informó su grupo político, el Partido Libertad y Justicia (PLJ).
A través de un mensaje en Twitter, el PLJ precisó que el joven Islam Fathi Masud falleció durante un ataque de ‘baltaguiya’ (matones) contra un edificio de los Hermanos Musulmanes en Damanhur, en medio de la ausencia total de policía.
El diario estatal ‘Al Ahram’ agregó en su página web que los choques entre partidarios y opositores de la Hermandad en esa localidad comenzaron el sábado y se han repetido este domingo, después de que el jueves pasado el presidente egipcio, Mohamed Mursi, exmilitante del grupo islamista, blindara sus poderes mediante una declaración constitucional en la que se otorga a sí mismo la suma del poder público.
Este domingo por la tarde, unos 1.500 miembros de los Hermanos Musulmanes se concentraron en su sede en Damanhur para expresar su apoyo al decreto de Mursi, aunque el acto acabó en choques a piedrazos con detractores del presidente ante la ausencia de las fuerzas de seguridad.
Según ‘Al Ahram’, en los choques los contendientes emplearon, además, cócteles molotov y porras. Damanhur es considerada uno de los bastiones de los Hermanos Musulmanes, cuyas sedes en distintos puntos del país han sido objetivo de ataques desde la declaración constitucional del jueves.
El Ministerio de Sanidad anunció que al menos 297 personas han resultado heridas en distintos puntos del país desde el pasado viernes. Entretanto, el domingo prosiguieron los enfrentamientos esporádicos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes anti Mursi en las inmediaciones de la plaza cairota de Tahrir.
En un intento de calmar los ánimos, el presidente insistió en que su declaración constitucional es temporal y no pretende concentrar poderes, al tiempo que hizo un llamamiento a las distintas fuerzas políticas para lograr un consenso sobre la Constitución.
En un comunicado, la Presidencia egipcia subrayó que busca cumplir con las aspiraciones del pueblo egipcio, proteger la transición democrática y preservar la imparcialidad de la judicatura.