El adolescente británico que asesinó a su profesora de español fue condenado a perpetua
Will Cornick tenía 15 años cuando asesinó a su profesora de español Ann Maguire en plena clase. Este lunes fue condenado al cumplir 16.
El adolescente británico se paró de su pupitre y guiñó un ojo a un amigo mientras caminó "como si nada" hacia el escritorio de Maguire.
Se paró junto a la profesora, sacó un cuchillo y ante la mirada aterrada de sus compañeros la apuñaló siete veces en la espalda y en el cuello. Ocurrió el 28 de abril pasado.
Este lunes Cornick, ahora con 16 años, fue condenado a cadena perpetua por tiempo indefinido y deberá cumplir un mínimo de 20 años de cárcel.
Al dictar sentencia, el juez dijo que el adolescente había mostrado "una escalofriante ausencia de remordimientos" y cabe la posibilidad de que nunca abandone la cárcel.
La ley protege la identidad de criminales menores de edad, pero en este caso el juez permitió divulgar todos los datos del caso, por razones de "interés público".
La brutalidad del crimen y la edad de su autor siguen conmocionando a muchos en Reino Unido, donde las preguntas no cesan.
¿Cómo fue posible que un alumno "ejemplar" se transformara en un brutal asesino? ¿Qué debe hacer la sociedad con adolescentes psicópatas de extrema gravedad?
El fin de semana anterior al asesinato Cornick había estado en el cumpleaños de su abuela, donde se comportó en forma "amable y se mostró aparentemente feliz", según el fiscal Paul Greaney.
En la mañana del crimen mostró su cuchillo a un compañero de clase y aseguró que iba a matar a Maguire, pero nadie pensó que hablaba en serio.
El adolescente había ingresado con 11 años a la secundaria estatal católica Corpus Christi Catholic College de la ciudad de Leeds, en el norte de Inglaterra.
Su reporte del primer año describe a un "alumno encantador que siempre se esfuerza al máximo, es cortés, coopera y nunca falta a clases".
Por razones que aún son desconocidas, el adolescente comenzó a desarrollar un "odio irracional" hacia Maguire, una popular profesora de 61 años que enseñaba en Corpus Christi desde hacía cuatro décadas y tenía previsto jubilarse en septiembre.
Algunos medios apuntan que su rechazo a Maguire tal vez fue una coincidencia con otro incidente que parece haberlo marcado profundamente.
Durante unas vacaciones de verano colapsó y fue diagnosticado con diabetes, lo que acabó con sus sueños de ingresar al ejército.
"Esto parece haber tenido un gran impacto en su estado de humor y su personalidad", dijo durante el proceso el fiscal Greaney.
Cornick planeó durante tres años el asesinato de Ann Maguire. En febrero de este año, describió en un mensaje en Facebook a un amigo que la profesora "merecía más que la muerte, más que dolor".
En un incidente reciente Maguire lo había excluido de un viaje escolar por no haber entregado sus deberes de español, pero el adolescente desobedeció la orden y concurrió de todas formas.
Cornick dijo a un psiquiatra luego del asesinato que decidió matar a Maguire "en lugar de suicidarse".
"Después de meses de pensar que la vida es una mierda tomé mi decisión. No me veía con ninguna posibilidad de graduarme, de hacer nada. Traté de aplicar al ejército pero me dijeron que no", afirmó.
El adolescente nunca mostró arrepentimiento. Después del ataque volvió a su pupitre sintiendo "orgullo" por lo que había hecho.
"Estaba feliz. Y aún lo estoy", dijo posteriormente. "Matar es una manera de sobrevivir. Y en mi caso era matarla o suicidarme".
El juez dijo que Maguire era "amada genuinamente por sus alumnos".
Más de 1.000 personas fueron al funeral de la profesora y las tarjetas con mensajes se extendieron por decenas de metros en torno al colegio.
Una estudiante la describió como "más una amiga que una profesora", que siempre hacía un esfuerzo extra, conduciéndo a los alumnos a casa si era necesario en su auto o comprándoles algo de comer.
"Ella creía en el bien innato de los niños", dijo un sacerdote durante el funeral. En una entrevista a una publicación interna del colegio Maguire había declarado que "los niños son fascinantes y cada uno de ellos es diferente".
Su esposo Don, un profesor de matemáticas jubilado, dijo que por encima de todo "Ann amaba enseñar".
El crimen ha dejado no sólo a la familia de Maguire en un mar de dolor ante una tragedia inexplicable.
También los padres de Cornick se encuentran devastados y horrorizados ante lo que hizo su hijo, según los medios.
El juez del tribunal en Leeds dijo que los progenitores del adolescente son "personas responsables" que criaron al menor ofreciéndole "amor y apoyo".
El magistrado alabó el coraje de los padres que decidieron sentarse en el banquillo junto a su hijo durante todo el proceso.
Will Cornick inició ahora su larga condena, que ha sido criticada por organizaciones de defensa de menores por su severidad.
"Todo el mundo puede cambiar y si bien Cornick no debe ser liberado hasta que haya cambiado lo suficiente para que la sociedad no corra riesgo, ese cambio puede llevar menos de 20 años", le dijo a la BBC Penelope Gibbs, del la ONG Comité por la Justicia Juvenil.
Uno de los médicos que presentó sus conclusiones en el caso dijo que el menor "presenta un riesgo serio para el público. Existe el riesgo de otro incidente de homicidio. Es un riesgo inmediato e impredecible".
Para Don Maguire, "la crueldad despiadada de Cornick desafía toda comprensión". El esposo de la profesora dijo después del veredicto: "Sólo tenemos por delante aniversarios de tristeza. Jamás volverá el equilibrio. Jamás habrá reparación. No habrá fin".