El día más caótico del Perú
En una tarde, el país pasó de estar sin Congreso y sufrir un autogolpe de Estado, a estar ahora sin presidente.
70 cambios en el gabinete de Ministros en un año y cuatro meses de gobierno, tres intentos de vacancia por parte del Congreso, seis investigaciones y acusaciones por corrupción, y ahora, un autogolpe de Estado. La destitución de Pedro Castillo, ex presidente del Perú, venía tarde o temprano.
Este miércoles a la tarde, todo el Perú quedó en la incertidumbre luego de que Pedro Castillo anunciara la disolución del Congreso de la República a través de un mensaje a la Nación. El hecho ocurrió a pocas horas de que el mismo organismo empezara la tercera moción de vacancia para el presidente por incapacidad moral, donde se decidiría si continuaba en el poder o no.
Esta moción tiene más de 100 páginas en las que se mencionan las investigaciones abiertas por la Fiscalía por los presuntos actos de corrupción denunciados duranteel gobierno de Castillo. El ex presidente tiene al menos seis investigaciones por ser el supuesto líder de una “organización criminal”, además de por presuntos delitos de tráfico de influencias, obstrucción a la justicia, y hasta de plagio de su tesis de maestría de profesor.
“Mañana ante el Parlamento, ejerceremos el derecho a la defensa que nos otorga la constitución. Quiero reiterar que soy un demócrata que respeta las instituciones, el Estado de derecho y el equilibrio de poderes”, aseguró ayer Castillo a través de un mensaje pregrabado.
Sin embargo, a pocas horas de empezar la sesión del Congreso, el ex presidente anunció el cierre de este y llamó a un “gobierno de excepción”, en donde gobernaría a través de decretos de ley hasta las elecciones de un nuevo Congreso.
La institucionalidad en el decreto de Castillo
El anuncio de Castillo para cerrar el Congreso no cumple con lo establecido en el artículo 137 de la Constitución peruana. Si el presidente quisiera cerrar el organismo, tendría que ser por estado de emergencia o por estado de sitio. En este caso no cumple ninguno de los dos requerimientos, por lo que incumplió la ley.
Debido a esto, el Congreso tuvo la posibilidad de vacar al ex presidente una vez que realizó el anuncio. De acuerdo con el artículo 117 de la Constitución peruana, “El Presidente de la República solo puede ser acusado, durante su período, por traición a la patria; por impedir las elecciones presidenciales, parlamentarias, regionales o municipales; por disolver el Congreso (…)”.
Así fue que con 101 votos a favor, -de los 87 requeridos- y cuatro en contra, Pedro Castillo dejó de ser oficialmente el presidente de Perú.
Una vez que fue vacado, el ex mandatario fue detenido por la policía peruana para ser enviado a la sede de la Prefactura. El procurador del Estado, Daniel Soria, presentó una denuncia penal en contra de Castillo por la medida inconstitucional adoptada.
¿Ahora qué pasará en Perú?
Una vez vacado el ex presidente, la Vicepresidenta de la Nación, Dina Boluarte, asumirá el cargo como jefa de Estado esta misma tarde. Al momento en que Castillo anunció el cierre del Congreso, Boluarte mostró su rechazo a la medida a través de Twitter.
"Rechazo la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso. Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley", escribió la futura primera presidenta mujer del Perú.
Sin embargo, la inestabilidad política que continúa en el Perú no se irá de la noche a la mañana hasta que se elija a un buen gobierno. En tan solo siete años, el país ha tenido cinco presidentes (dos de los cuales han sido vacados). Además, una larga lista de políticos acusados por corrupción. Hasta que no hayan políticos competentes y preparados para el cargo, la misma historia seguirá repitiéndose.