El Papa dijo que la lucha por los derechos de las mujeres es una lucha continua
El Papa aseguró que el "machismo mata a la humanidad" y defendió los derechos de las mujeres: "Dios no creó al hombre y luego le dio un perro faldero para que jugara con él", dijo.
El Papa Francisco expresó que la lucha por los derechos de las mujeres era una "batalla continua", y condenó el machismo como algo mortal para la humanidad y la mutilación genital femenina como un crimen que debe ser detenido. En ese marco, señaló: "Provengo de un pueblo machista, los argentinos somos machistas".
En declaraciones a periodistas en el avión de regreso de un viaje de cuatro días a Baréin, país predominantemente musulmán, también elogió a las mujeres que ha nombrado para puestos directivos en el Vaticano, diciendo que habían mejorado las cosas en la administración.
No mencionó las campañas para permitir que las mujeres se conviertan en clérigos -el Sumo Pontífice y sus predecesores han dicho que la cuestión de las mujeres sacerdotes está cerrada-, consignó la agencia Reuters.
El líder la iglesia católica respondió a una pregunta sobre las protestas de las mujeres en Irán, pero pasó a hablar de los derechos de las mujeres en general. "Tenemos que decir la verdad. La lucha por los derechos de las mujeres es una batalla continua", afirmó, enumerando luchas históricas como la del derecho al voto.
"Tenemos que seguir luchando por esto porque las mujeres son un regalo. Dios no creó al hombre y luego le dio un perro faldero para que jugara con él. Creó a ambos por igual, al hombre y a la mujer", dijo.
Francisco criticó al machismo, reconociendo que todavía hay demasiado en el mundo, incluso en su Argentina natal. "Este machismo mata a la humanidad", dijo. "Provengo de un pueblo machista, los argentinos somos machistas", agregó.
También condenó como un "acto criminal" la mutilación genital femenina (MGF), repitiendo un importante llamamiento que hizo en febrero en el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina de la ONU.
Según Naciones Unidas, la MGF se concentra en una treintena de países de África y Oriente Medio, pero también la practican poblaciones inmigrantes en otros lugares. Más de cuatro millones de niñas corren el riesgo de ser sometidas a la MGF este año, según la ONU.