El papa Francisco llamó a la paz en el mundo
Ante una Plaza de San Pedro colmada, el Pontífice condenó el tráfico de drogas y la trata de personas. Exhortó a ser "custodios responsables" de la naturaleza y llamó a la paz en los conflictos en Africa, las dos Corea y en Oriente medio, consignó Elisabetta Piqué, corresponsal de La Nación en Roma.
En su primera misa de Pascuas, el papa Francisco pidió “paz para todo el mundo, que todavía está dividido por la cobardía de quienes buscan una ganancia fácil, herido por el egoísmo que daña la familia”.
“Le pedimos a Jesús resucitado que cambie el odio por amor, la venganza por el perdón, la guerra por la paz. Sí, Cristo es nuestra paz y por su intermedio imploramos la paz para todo el mundo”, señaló durante la bendición “Urbe et Orbi” que dedicó desde la Basílica de San Pedro.
En el mensaje que dio ante una multitud, el Sumo Pontífice cuestionó especialmente el narcotráfico y la trata de personas, “que es la esclavitud más extendida en este siglo XXI”.
"Cuantos desiertos todavía hoy tienen que ser atravesados por el ser humano, sobre todo el desierto que está en su interior. Cuando falta el amor hacia dios y hacia el prójimo, cuando falta el conocimiento de lo que dios nos ha regalado y nos sigue regalando, la misericordia de dios puede hacer que florezca hasta la tierra más árida", señaló.
Durante la ceremonia, el Sumo Pontífice publicó además un mensaje en la red social Twitter. “Acoge a Jesús resucitado en tu vida. Aunque te hayal alejado, da un pequeño paso hacia él: te está esperando con los brazos abiertos”, pidió.
La de hoy fue su segunda bendición “a la ciudad y al mundo” (Urbi et Orbi), tras la que impartió el 13 de marzo pasado luego de haber sido nombrado Sumo Pontífice. El sábado, Francisco encabezó la vigilia pascual, y llamó a no perder la confianza ante las dificultades.
Por Continental, Elisabetta Piqué, corresponsal del diario La Nación en Roma describió que, todavía esta mañana, "está lleno de gente" en la Plaza San Pedro para las últimas ceremonias de semana santa, como la oración Regina Coeli. "Ayer se estima que hubo unas 250.000 personas. Nosotros no podíamos ni salir de la sala de periodistas, y más allá de un pronóstico de que iba llover, tanto ayer como en este momento", describió en Magdalena Tempranísimo.