La política antirrusa de Alemania y de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, es una muestra de "mal cálculo" y "poco profesionalismo" de quienes las promueven, declaró el primer ministro del país, Viktor Orban. Entre tanto, una encuesta revela que la inmensa mayoría de los húngaros se muestra a favor de derrogar las sanciones.

"Hay otro shock cultural para nosotros, los húngaros, relacionado con los alemanes. Crecí con la sensación —en Hungría siempre lo decían— de que los alemanes (…) son precisos, ingenieros, calculan, se toman su tiempo, saben lo que hacen. Podemos ver lo que están haciendo ahora porque hay una jefa alemana en la Comisión Europea. Fallaron con las sanciones, calcularon mal, no calcularon desde un punto de vista profesional", explicó Viktor Orban en comentarios a radio Kossuth.

El primer ministro húngaro señaló que muchos líderes europeos en la crisis se habían "revuelto y erizado", mientras que Hungría se había puesto en "defensa activa" y no hizo recaer la carga del encarecimiento de la energía sobre los hombros de sus ciudadanos como los demás."Al proteger los servicios públicos, las familias han ahorrado 181.000 forintos [cerca de 500 dólares] al mes. Por supuesto, no los tenían en la mano, no los traía el cartero, pero tampoco vino nadie a recogerlos", subrayó.Entre tanto, el 97% de los 1.360.000 ciudadanos de Hungría que participaron en las consultas nacionales se pronunciaron a favor del levantamiento de las sanciones de la UE contra Rusia.

"El resultado de las consultas nacionales es claro: ¡los húngaros rechazan las sanciones de Bruselas!", comentó al respecto el propio Orban. En su opinión, la UE carece de valor para reconocer la falacia de la política de sanciones, y Hungría carece de fuerza para cambiar la postura de los países más grandes, por lo que es probable que continúen las sanciones contra Rusia, a pesar de su ineficacia.